El 15 de abril de 2019, el mundo observó con horror cómo Notre Dame ardía en llamas, perdiendo su histórico techo de madera y la emblemática aguja diseñada por Eugène Viollet-le-Duc. Este evento marcó un antes y un después para la catedral, considerada un ícono del gótico francés. Emmanuel Macron, entonces presidente de Francia, asumió el compromiso de reconstruir la catedral en cinco años, un plazo ambicioso que logró cumplirse casi en su totalidad gracias a un esfuerzo monumental.
¿Quién es el mexicano que participó en la restauración de Notre Dame?
Entre los profesionales clave en este proyecto se encuentra Alejandro Arredondo, originario de Coacalco, Estado de México. Trabajando para la empresa francesa Art Graphique et Patrimoine (AGP), Arredondo desempeñó un papel crucial en la elaboración de los planos arquitectónicos que sirvieron de base para la reconstrucción. “Uno de los mayores desafíos fue asegurarse de que los planos quedaran idénticos a como estaban antes del incendio”, señaló Arredondo, quien reside en París junto a su esposa y se especializa en la preservación del patrimonio arquitectónico.
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Así fue como reconstruyeron Notre Dame tras el incendio
La restauración de Notre Dame fue mucho más que un proceso arquitectónico convencional; implicó desafíos técnicos y logísticos significativos. Arredondo y su equipo emplearon herramientas de última generación, como escáneres 3D y drones, para desarrollar una maqueta digital detallada de la catedral. Esta tecnología permitió no solo reconstruir los elementos destruidos con precisión, sino también estudiar a fondo la estructura histórica.
Este enfoque moderno, complementado con métodos tradicionales, fue clave para recuperar partes esenciales como el techo y la aguja. Para estos elementos, se utilizó madera de 175 bosques franceses, siguiendo técnicas ancestrales para preservar la autenticidad y garantizar la durabilidad.
La transformación de Notre Dame tras el incendio
Antes del trágico incendio, Notre Dame recibía entre 13 y 14 millones de visitantes al año, siendo uno de los destinos turísticos más importantes de París. La restauración no solo respetó su esencia gótica, sino que también incorporó sistemas modernos de seguridad contra incendios. Además, la sacristía fue transformada en un museo que alberga tesoros históricos de la catedral.
El equipo liderado por Arredondo también tuvo un papel destacado en la finalización de las bóvedas y la estructura de madera que sostiene la cubierta, logrando una reconstrucción fiel al diseño original.
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Un orgullo para México y el mundo
La contribución de Alejandro Arredondo ha sido ampliamente reconocida tanto en Francia como en México. Su trabajo es un testimonio del impacto que la colaboración internacional puede tener en la preservación del patrimonio cultural.
La reapertura de Notre Dame: un símbolo de resiliencia
Con la reapertura de Notre Dame, la catedral vuelve a brillar como un símbolo de la arquitectura gótica y la cultura francesa. Este logro, resultado de la colaboración entre expertos de todo el mundo, muestra cómo la pasión y la tecnología pueden unirse para preservar la historia.
Para turistas y locales, Notre Dame renacida es un recordatorio del poder de la restauración, un esfuerzo donde la habilidad de personas como Alejandro Arredondo dejó una marca imborrable en uno de los monumentos más queridos del mundo.
