En poco más de 40 días, arrancará la segunda etapa de Trump al frente del Salón Oval de la Casa Blanca y lo hará acompañado por multimillonarios que deberán decidir si desinvierten en sus negocios para evitar el conflicto de intereses al ser ahora funcionarios públicos o vender parte de sus acciones. Menudo conflicto.
Howard Lutnick, financiero, Elon Musk fuerte propietario de varias empresas líderes en el mundo, Linda Mc. Mahon, ex ejecutiva de la Lucha Libre y Scott Bessent, son parte de este selecto grupos de empresarios que vendrán a sumarse al gabinete de Donald John Trump, empresario constructor de hoteles y casinos en el mundo.
Ahora se suma un empresario más del sector tecnológico financiero, de nombre Jared Isaacman, que ha sido nombrado para dirigir a la NASA, un hombre muy cercano a Elon Musk.
Lo anterior nos presenta un escenario en donde los hombres y mujeres, acostumbrados a los análisis económicos para tomar decisiones y con una sólida experiencia en el mundo financiero, en independencia que estudiaron en las más famosas escuelas de negocios de los Estados Unidos, vendrán a formular políticas del orden público basados en modelos y esquemas empresariales que buscan la eficiencia.
¿ Este es un caso que debe analizarse desde la ética y el principio de orden?
Creemos que sí…
No es la primera vez que abordamos estos temas cuando un nuevo gobierno inicia sus funciones. Tenemos el caso del Presidente Daniel Noboa en el Ecuador, dueño de una cuantiosa fortuna y de Sebastián Piñera, ex presidente chileno, en paz descanse, propietario de un fuerte grupo empresarial. En ambos casos, las mencionadas personas tomaron fuertes medidas algunas muy disruptivas para retomar el control de sus países.… Milei, lo hace ahora en Argentina, sin ser del todo empresario, Javier es hijo de un hombre de negocios del ramo del transporte que se formó en el Banco Central Argentino y en el Banco HSBC, como ejecutivo Senior, declarándose como un anarcocapitalista, tendencia que se refiere al apoyo de la honesta propiedad privada de los medios de producción y la libertad de gestionarlos.
En todos los casos surge la misma pregunta: ¿ Un empresario es capaz de proporcionar mayores resultados que un político de carrera? Lo que hemos visto con este management es que la burocracia se ha reducido, los trabajos son bajo objetivos claros y todos se ciñen a un presupuesto que ha sido previamente transparentado.
Regresemos al conflicto de intereses. En un contexto ideal, es deseable que los hombres de negocios tendrían que actuar de manera ética, alejados de las tentaciones del poder que los lleva en algunas ocasiones a beneficiar iniciativas que no son del todo claras ante la opinión pública. Por el contrario, sabedores de que sus necesidades económicas están cubiertas, deberán dedicar toda su energía y conocimientos para elevar el desarrollo y diseñar programas que beneficien a los ciudadanos de sus ciudades y países.
Los empresarios seleccionados por Trump para acompañarlo en su segundo mandato son percibidos como sus amigos y socios leales a carta cabal. No le fallarán. Recordemos que su número dos, el vicepresidente J.D. Vance, también es un destacado empresario americano; todos estos movimientos llevan a etiquetar al gobierno de Donald Trump como un gobierno con visión empresarial que deberá ser una muestra de eficiencia y crecimiento.
Estimados amigos de Merca2.0, se acaba el año 2024 y se nos presenta desde ahora, un complejo 2025 que espero sepamos sortear con habilidad y armonía social.
Nos encontraremos más adelante.
Federico Torres López.