- Hyundai Motor retirará más de 145,000 vehículos eléctricos.
- Es por un problema técnico que puede causar pérdida de potencia.
- El defecto se relaciona con daños en las unidades de control de carga, que pueden afectar el suministro de energía al motor eléctrico.
El fabricante surcoreano Hyundai Motor anunció el retiro de más de 145,000 vehículos eléctricos debido a un problema técnico que puede provocar pérdida de potencia en la conducción.
La medida, informada por la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras de los Estados Unidos (NHTSA), abarca modelos eléctricos fabricados entre 2022 y 2024, incluidos el IONIQ 5 e IONIQ 6, así como algunos modelos de lujo bajo la marca Genesis, como el GV60, GV70 y G80.
Según la NHTSA, el inconveniente está relacionado con el daño potencial en las unidades de control de carga integradas, que pueden dejar de cargar la batería de 12 voltios.
El defecto puede provocar fallos en el suministro de energía al motor eléctrico, ocasionando una pérdida de potencia durante la marcha, dice Reuters.
Hyundai ha instruido a sus concesionarios en Estados Unidos para inspeccionar, reemplazar y actualizar las piezas afectadas, además de realizar ajustes al software y al fusible asociado.
Todas estas intervenciones se llevarán a cabo sin costo alguno para los propietarios de los vehículos, aseguraron.
El caso Hyundai y el impacto de las revisiones en la confianza del consumidor
Los llamados a revisión, aunque comunes en la industria automotriz, representan un desafío importante para las marcas, especialmente en un contexto donde los consumidores valoran la fiabilidad y la innovación.
Los fallos mecánicos, aunque sean solucionados rápidamente, pueden afectar la percepción de calidad y seguridad de los vehículos y, por ende, la reputación de la empresa.
En el caso de Hyundai, este problema surge en un momento clave para los fabricantes de vehículos eléctricos, que están compitiendo por ganar terreno en un mercado cada vez más competitivo.
Las marcas no solo enfrentan la presión de los consumidores por ofrecer productos confiables, sino también de los reguladores, que exigen altos estándares en el desempeño y la seguridad de los automóviles eléctricos.
Hyundai no es la única empresa que ha lidiado con problemas similares en los últimos años. General Motors, por ejemplo, realizó en 2021 un retiro masivo de los Chevrolet Bolt EV debido a riesgos de incendio relacionados con las baterías.
En tanto, Tesla ha llamado a revisión en varias ocasiones y a miles de unidades por problemas que van desde defectos en el sistema de dirección hasta actualizaciones de software mal implementadas.
Un informe de Statista señaló que, solo en 2023, más de 30 millones de vehículos fueron llamados a revisión en Estados Unidos, lo que refleja tanto el alcance de los problemas técnicos como la rapidez con que las autoridades y los fabricantes actúan para corregirlos.
¿Qué riesgos enfrentan las marcas con estas fallas?
Las revisiones masivas no solo suponen un costo económico para las empresas, sino que también pueden erosionar la confianza de los consumidores en la marca.
Para los clientes, un defecto en un vehículo no solo representa una molestia, sino una posible amenaza a su seguridad, lo que puede llevar a buscar alternativas en el mercado.
Además, los fabricantes deben invertir recursos en campañas de comunicación para asegurar a los consumidores que los problemas se solucionaron, así como en programas de fidelización para mitigar el impacto en las ventas.
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