Bajo la amenaza de que habrá despidos y la promesa de que le ahorrará a los contribuyentes dos billones de dólares adelgazando el aparato gubernamental de los Estados Unidos, Elon Musk ha sido designado por el Presidente Electo Donald Trump, como el responsable de la oficina de eficiencia gubernamental, DOGE, por sus siglas en inglés, instancia que a decir de Trump, hará temblar a todos los implicados en el despilfarro y la corrupción en el país vecino que se estima asciende a los 6.5 billones de dólares.
El proyecto de trabajar en el Salón Oval, como un Chief executive Officer, Donald Trump lo propuso desde su primer mandato en el 2016, por lo que no es una sorpresa que ahora lo retome con el apoyo de su nuevo aliado Elon Musk exitoso empresario que ha logrado maximizar el crecimiento de sus empresas.
Como contexto del análisis de esta semana, les comento que algunos otros presidentes latinoamericanos trabajaron bajo este modelo que busca optimizar el gobierno no teniendo pesadas nóminas, ni oficinas innecesarias, así como el no realizar inversiones improductivas que llevan al despilfarro.
Tal es el caso de Vicente Fox en México, Sebastián Piñera en Chile y Gonzálo Sánchez de Lozada en Bolivia, que al derrotar en las urnas a partidos hegemónicos o a figuras de centro izquierda, decidieron dar un golpe de timón y establecer una estructura operativa más delgada nombrando a actores emanados del sector empresarial que les ayudaran a operar los grandes motores de un gobierno que tenga como eje diseñar políticas públicas más atractivas ante los ojos de los ciudadanos.
El reto de operar un gobierno bajo el establecimiento de indicadores y de KPIs, diría mi gran amigo y profesor, Salvador Sánchez es grande, pues las estructuras gubernamentales no están acostumbradas a ser evaluadas y presionadas para llegar a las metas fijadas y obligados también en la política de rendir cuentas. Recordemos que vivimos ahora en la era de la hipertransparencia.
¿Qué pasa dentro en los grandes corporativos que trabajan bajo la figura de un CEO que no da resultados?
La respuesta es muy sencilla. Lo despiden y ponen a otro que sí cumpla con el plan establecido. De modo que la operación de estos modelos en un gobierno, debiera considerar estos cambios o despidos en los altos mandos que propicien que un ente gubernamental no falle y se concentre en proporcionar los resultados esperados por los socios de la empresa que en este caso, somos todos los ciudadanos que votamos.
Como un ejemplo contundente que ilustra que el modelo de empresa da frutos, tenemos el caso de diez compañías que son más grandes que ciento ochenta países en el mundo, me refiero a Walmart como la número uno, seguidas por la State Grid, la China National Petroleum, la Sinopec Group, el Royal Dutch Shell, la Exxon Mobil, las automotrices VW y Toyota, así como la tecnológica APPLE y la British Petroleum.
Donald Trump está convencido de trabajar los próximos cuatro años bajo este modelo y confía que el audaz Musk le tenga resultados en el 2026, justo el 4 de julio, cuando la Unión Americana celebre su 250 aniversario de su independencia.
Eficiencia para crecer.
Nos encontraremos más adelante.
Federico Torres López.