Desde hace 45 años, cada 12 de noviembre en México se celebra el Día Nacional del Libro. Un día que se estableció en honor al natalicio de Sor Juana Inés de la Cruz, y que hoy me gustaría tomar como una oportunidad para reflexionar sobre la literatura como una herramienta más allá de la riqueza cultural, lúdica e histórica que tiene.
El origen del arte está ligado al de la propia humanidad. Podríamos decir que éste es un sistema que crearon nuestros ancestros para exteriorizar sus pensamientos y emociones, pero no nada más como un desahogo, sino como un puente para conectar con las otras personas. El arte no es arte si no alcanza a los otros.
En ese sentido, la literatura es una forma artística y una de sus aportaciones más notables en la sociedad es la capacidad para provocar, desde la reflexión y conexión, cambios sociales y políticos. Es así que la literatura siempre ha sido fiel compañera de movimientos sociales, políticos y culturales; y a la fecha, camina de la mano con el activismo.
En el entendido de que el activismo consiste en garantizar que lo que es minoría y olvidado siga siendo visto, escuchado y reconocido, la literatura se convierte en una herramienta justa y bella para contar historias, registrar realidades, nombres y multiples contextos que, aunque nos rodean, no siempre los podemos ver.
En Save the Children entendemos que para alcanzar nuestros objetivos como organización líder en la búsqueda de garantizar que las niñas, niños y adolescentes más vulnerables sean valorados, escuchados y, sobre todo, protegidos, es necesario echar mano de todas las formas disponibles para que sus derechos sean garantizados.
Es así que, con el apoyo y talento de más de una decena de artistas, liderados por la escritora Mónica Rojas, se creó la antología de cuentos Voces Fragmentadas. Un libro sobre la niñez que toda persona adulta debe leer. Con historias de ficción que se parecen tanto a la realidad, que da miedo, que duele y que incomoda.
A través de 15 cuentos que narran distintas realidades que la niñez y adolescencia en Mexico vive, se abarcan situaciones que van desde la migración, la violencia dentro y fuera del hogar, la pobreza, el abuso y la falta de oportunidades. Esta pieza literaria es el resultado de una suma de voluntades, ingenio, talento y mayormente, un compromiso por convertir a la literatura en una herramienta al servicio de quienes más necesitan.
En Voces Fragmentadas participan autores como Alberto Chimal, Liliana Blum, Alma Mancilla, Atenea Cruz, Julián Herbert, Mónica Rojas, Sandra Becerril y Henry Bedwell, entre otros, con textos que tienen ilustraciones de artistas relevantes como Eréndira Derbez, Gala Soni, Ana Ofelia Barragán y Cam de la Flu; todas y todos donaron su trabajo y, gracias a Hachette Livre México y Larousse, todas las ganancias de la venta del libro irán para la organización y le permitirá a Save the Children seguir impulsando programas de desarrollo y ayuda humanitaria en 22 estados del país.
En momentos como los que se viven ahora, en los que se imponen realidades culturares propias de la era digital, celebremos el Día Nacional del libro atendiendo la urgencia de mantener en la mira piezas literarias de tan alto valor como lo es Voces Fragmentadas, pues además de fomentar el disfrute y aprecio por un libro impreso y de gran calidad, tenemos la posibilidad de salvar a miles de niñas, niños y adolescentes de la indiferencia, apatía y abandono de nuestra sociedad.