• La presencia del perro robótico marca un nuevo enfoque en la seguridad de personalidades de alto perfil.

• Statista estima que en 2022 hubo 30 millones de robots industriales en uso en todo el mundo.

• El mercado de la robótica se espera que crezca a un ritmo anual compuesto del 11,2 por ciento hasta 2028, alcanzando un valor de 113 mil millones de dólares.

Recientemente, la residencia de Donald Trump en Mar-a-Lago se convirtió en un sitio de patrullaje monitoreado por un innovador perro robot. Esta tecnología, desplegada por el Servicio Secreto, forma parte de las nuevas medidas de seguridad implementadas tras el reciente triunfo electoral de Trump. Con habilidades avanzadas de detección y patrullaje, estos robots actúan como complemento a la vigilancia humana, mejorando el monitoreo de zonas vulnerables.

Precisamente, hoy en día se ha visto que hay una gran variedad de robots, cada uno de ellos, creado con distintos objetivos en su creación y en ese sentido, los robots industriales figuran principalmente en países con fuertes sectores de la automoción y la electrónica, tal como Japón, China, Corea del Sur, Alemania y Estados Unidos.

En ese sentido, la apuesta de Estados Unidos por los perros robot armados con inteligencia artificial representan un avance significativo en la evolución de las fuerzas de seguridad urbanas y naturales en todo el mundo. De hecho, los cuadrúpedos desarrollados por Ghost Robotics, van más allá de las tareas de vigilancia convencionales al incorporar sistemas de armas controlados por IA en su diseño.

Tal y como se menciona en TWZ, estos dispositivos robóticos están equipados con rifles capaces de detectar objetivos de manera autónoma, los perros robóticos son versátiles y pueden desplegarse en una variedad de entornos para aplicaciones defensivas. Con una velocidad máxima de tres metros por segundo, estos robots pesan 51 kilos y pueden transportar hasta diez kilos de carga, como el rifle SENTRY de Onyx Industries.

Captan al futurista perro robot que protege a Donald Trump

La seguridad en la residencia de Donald Trump en Mar-a-Lago ha dado un salto hacia el futuro con la incorporación de perros robóticos en su equipo de vigilancia. La decisión del Servicio Secreto de utilizar estos robots es parte de una serie de medidas que buscan reforzar la protección en torno al presidente, quien recientemente ganó la reelección. Estas unidades robóticas, cuyo diseño evoca a un perro, se despliegan con el fin de aumentar la capacidad de monitoreo de los agentes humanos, especialmente en áreas de difícil acceso o en situaciones de alto riesgo.

Los perros robot, fabricados con tecnología avanzada de inteligencia artificial y sensores de alta precisión, están diseñados para identificar movimientos, captar audio e incluso operar en condiciones climáticas adversas. Este tipo de dispositivos, que inicialmente fue desarrollado para tareas de rescate y exploración, ha encontrado aplicaciones en la seguridad de alto nivel, permitiendo un monitoreo constante sin la necesidad de supervisión humana continua. De este modo, el Servicio Secreto puede responder con mayor rapidez ante amenazas potenciales y mejorar su capacidad de vigilancia en los perímetros de la propiedad de Trump.

La residencia de Trump en Mar-a-Lago ahora tiene un equipo especial de seguridad:

Un perro robot patrullando la zona.

Trump mostrando al mundo un adelanto de lo que se viene para el ejército de USA. pic.twitter.com/kQqi4TUi9I

— Weplash⚡️ (@weplash) November 11, 2024

Además de su estructura compacta y resistente, este tipo de robots caninos están equipados con cámaras de alta definición y sensores térmicos que les permiten captar actividad inusual en cualquier momento del día. Estos dispositivos se programan para recorrer áreas designadas y pueden actuar como un “primer filtro” en caso de intrusión, enviando alertas en tiempo real al centro de operaciones del equipo de seguridad. De este modo, las autoridades pueden evaluar la situación antes de enviar personal al lugar.

La incorporación de estos perros robóticos en Mar-a-Lago refleja un interés cada vez mayor en la tecnología autónoma aplicada a la seguridad. Grandes personalidades y figuras políticas son objetivos de alto riesgo, y los métodos tradicionales de protección suelen ser insuficientes frente a las crecientes amenazas. Los perros robot son un avance que permite a los equipos de seguridad anticiparse a incidentes sin comprometer la seguridad de los agentes humanos, reduciendo el riesgo en situaciones peligrosas.

Esta estrategia también pone de relieve la tendencia mundial hacia el uso de la robótica en la seguridad y vigilancia, tanto en entornos residenciales como en espacios públicos. Empresas y gobiernos de todo el mundo están invirtiendo en dispositivos autónomos que ofrecen no solo mayor precisión en la detección de amenazas, sino también un uso eficiente de recursos al reducir la necesidad de patrullaje constante.

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