En vez de utilizar la coerción o el pago, el Poder Blando, es la capacidad para obtener lo que se desea mediante la atracción o inducción en lugar de utilizar la fuerza, la coacción o cooptación.
EL PODER BLANDO, no es coercitivo y utiliza la cultura, los valores y las mismas políticas públicas para generar cambios notables, aquellos que buscan armonizar, en vez de dividir.
Estimado lector, para darle una mayor referencia del alcance del poder blando, revisemos el concepto del otro PODER… el DURO, mismo que es descrito como la capacidad de un estado o agente político que utiliza apoyos económicos o la fuerza militar para influenciar el comportamiento de otros actores.
Una característica más acerca del tema por demás trascendente dentro de la geopolítica moderna, es revisar el perfil de una *persona blanda*, misma que siempre opera dentro de los límites funcionales y razonables y que se diferencia del modelo, *persona dura*, la cual tiende a exceder los límites más allá de lo imaginable.
Lo anterior es relevante, pues al momento de tomar decisiones desde una estructura de gobierno, debe decidirse que extremo de la cuerda tomar; el poder duro o el blando. Por ejemplo, en el caso de tomar acciones rápidas en medio de una crisis, en donde actúa como soporte la milicia o la presión económica, la opción es el poder duro que da resultados en el corto plazo, pero a la larga, la capacidad de atraer desde el poder blando, importará mucho más.
Revisemos los casos que uno de los profesores con mayor autoridad sobre el tema, Joseph Nye y miembro de la escuela Kennedy de Harvard pone en común al respecto.
¨En la época del Presidente George Bush hijo, (2003), los Estados Unidos se lanzaron a una guerra contra Irak casi sin apoyo de sus aliados en donde tuvo serias dificultades para tener resultados y que decidió utilizar el poder duro de la superpotencia acto que contrasta con otro momento de acción bélica americana, pero este desarrollado doce años antes (1991), en donde gobernaba el otro miembro del clan Bush ( George Padre), que se enfrentó al mismo país, pero llevando el beneplácito de treinta y cuatro naciones que presionaron con éxito para que Sadam Hussein retirara su ejército de Kuwait.
Un ejemplo más: El 9 de noviembre de 1989, la noche de la caída del Muro de Berlín, en las postrimerías de la guerra fría, en un acto que se convirtió en un hito, la muralla que dividía a las dos Alemanias, no fue derrumbada por un bombardeo de misiles, sino por martillos y excavadoras manejadas por personas cuyas mentes habían sido cambiadas por la atracción hacia ideas occidentales.
En las anteriores narrativas, estimados amigos, encontramos el modo de operación de ambos poderes lo cual nos lleva a plantearnos la siguiente pregunta.
¿La sociedades del mundo son ahora lo suficientemente fuertes para impulsar el modelo de trabajo del *poder blando* que ayude a presionar a sus gobernantes para buscar mayores beneficios sociales alejados de la coerción?
Saque Ud. sus conclusiones.
Nos encontraremos más adelante.
Federico Torres López.