Carlos Andrés Mendiola
@carlosamendiola
“He terminado” dijo Quentin Tarantino.
Tarantino, director de “Pulp Fiction”, “Django Encadenado” y “Érase una vez en Hollywood”, estaba siendo entrevistado y comentó ser un gran fanático de “Toy Story”. Sin embargo, apuntó que él terminó con la trilogía y que no ha visto ni verá la cuarta película. “La tercera es simplemente magnífica, es una de las mejores películas que he visto”.
Con todo, “Toy Story” entregó también la spin-off “Lightyear” y se ha anunciado una quinta entrega.
En lo que va del 2024, se ham presentado al menos diez secuelas, precuelas o spin-off (“Bad Boys 4”, “Mi Villano Favorito 4”, “Un lugar en silencio: Día Uno”, “Alien: Remulus”) y vienen al menos otras diez (“Gladiador II, “Joker: Folie á Deux”, “Venom: El último baile”, “Sonic 3”, “Mufasa”). 2025 no será distinto y tampoco los años siguientes.
Entre los títulos confirmados están “Los Increíbles 3”, “Frozen 3”, “Capitán América 4”, “Ballerina” (spin-off de “John Wick”) y muchos, muchos más.
Las secuelas son frecuentemente señaladas como una clara muestra de la poca creatividad de Hollywood y la dependencia de ella como propiedades establecidas.
Los números hablan. Del Top 10 de la taquilla de 2024 todos son filmes que continúan o dan seguimiento a una previa o forman ya parte de una serie o franquicia. El número uno es “IntensaMente 2” con mil 668 millones de dólares, le sigue “Deadpool & Wolverine” con mil 267 y en tercer lugar está “Mi Villano Favorito 4” con 914.
Es más, en el Top 20 sólo 7 cintas son propiedades que no provienen de una franquicia, aunque una, “Garfield: Fuera de casa” pertenece a una claramente establecida.
Tras un 2023 que fue catastrófico para Disney con títulos de Marvel, Pixar y Disney tropezando, incluso fracasando, en la taquilla, “IntensaMente 2” se convirtió en la prueba de fuego.
El título se estableció como un termómetro de a dónde inclinar la balanza, si a producciones originales o bien a expandir universos a través de secuelas. La respuesta es obvia y es preocupante.
Los propios orígenes de Pixar provienen de ideas originales y personales de los directores. “Monsters Inc.” Es en el fondo la historia de un padre y una hija.
“Buscando a Nemo” cuenta una preocupación natural de todo padre, “Red” habla de la propia experiencia de la adolescencia de su directora y la propia “Intensa Mente” surgió de la curiosidad de su director por comprender qué pasaba en la mente de su hija. Pixar está cimentada en ideas originales.
Entonces ¿por qué son necesarias las secuelas? En principio, las propiedades intelectuales como Harry Potter, Star Wars, Los Juegos del Hambre, Karate Kid u otras más son la joya de la corona para los estudios. Es lo que Netflix busca construir.
El propio Pete Docter, director de “IntensaMente” y hoy ejecutivo de Pixar, lo explica. Está en la familiaridad. Una analogía lo explica bien. Cuando se llega a una fiesta o reunión con quién se va, ¿con gente a la que se conoce o con desconocidos? Con conocidos. Es así de sencillo.
Sí, eso no lo resuelve todo, pero establece, en principio, una intención. La posibilidad de que el público quiera ver una película de un universo o con personajes que ya conoce es mayor. Es más, en algunos casos, es una urgencia.
Hay historias que concluyen dejando elementos abiertos o bien hay personajes lo suficientemente interesantes como para querer conocer más de ellos (El Gato con Botas de “Shrek”, por ejemplo).
Las secuelas son un sustento. ¿Eso significa que dejará de haber filmes originales? No. Los estudios buscan tanto nuevas propiedades o historias que detonen nuevas franquicias, como otras que no obedezcan al modelo. Así que sí, las secuelas quizás son un mal necesario o un bien necesario, es cuestión de óptica.