Una de las búsquedas que realizan las personas cuando les ofrecen laborar lejos de México, es conocer los países más baratos y caros para vivir en América Latina.
Y es que se debe tener una noción de la economía para vivir en cualquier país, a fin de aceptar el trabajo o incrementar el monto que recibirás.
Para que no te compliques en esta búsqueda, te mostraremos un estudio de Statista titulado “Costo de vida mínimo mensual en países seleccionados de América Latina en 2024”.
Dicho documento te explican el ranking de los países, el cual inicia con los más baratos y finaliza con los caros.
Ranking de los países baratos y caros para vivir en LATAM
Los países más baratos y caros en América Latina según Statista son los siguientes:
- Paraguay con 412,7 euros
- Argentina con 434,9 euros
- Bolivia con 444,5 euros
- Perú con 457,9 euros
- Colombia con 487,7 euros
- Ecuador con 500 euros
- Brasil con 510,6 euros
- Nicaragua con 510,8 euros
- Venezuela con 555,1euros
- Guatemala con 589,6 euros
- El Salvador con 595,5 euros
- Honduras con 595,8 euros
- Chile con 650 euros
- México con 652 euros
- Panamá con 720,9 euros
- Costa Rica con 799,3 euros
- Uruguay con 820,1 euros
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Así es vivir barato o caro en América Latina en 2024
El costo de vida en América Latina varía ampliamente según el país, la región dentro del país, y factores como la inflación, el tipo de cambio, y el acceso a bienes y servicios. Generalmente, los países con economías menos desarrolladas tienden a ser más asequibles para vivir.
En estos lugares, los costos de bienes esenciales como alimentos, transporte, y vivienda son bajos, lo que permite a las personas mantener un buen nivel de vida con ingresos moderados.
El costo de la vivienda es uno de los factores clave, con alquileres que suelen ser significativamente más bajos en ciudades pequeñas o áreas rurales en comparación con las grandes capitales.
El acceso a servicios básicos como electricidad, agua, y atención médica también es menos costoso en comparación con otros países de la región.
En contraste, los países con economías más fuertes y mayor desarrollo tienden a tener un costo de vida más alto. Aquí, los alquileres, especialmente en grandes ciudades o zonas turísticas, pueden ser comparables a los de países desarrollados.
Los productos importados y los servicios de calidad también suelen ser más caros, lo que eleva los gastos diarios. Además, la inflación y las políticas económicas pueden influir en los costos de bienes básicos, haciéndolos más volátiles y afectando la asequibilidad para los residentes.
A pesar de esto, muchas personas pueden ajustar su estilo de vida para adaptarse a las condiciones locales, encontrando oportunidades para reducir gastos sin sacrificar demasiado en calidad de vida. Esto implica hacer elecciones inteligentes sobre la ubicación, el transporte y el consumo de bienes locales, lo que permite vivir de manera cómoda incluso en los lugares con economías más costosas.
