En un frío invierno de enero del 2021, en Washington D.C., un Donald Trump encendido arengaba a sus seguidores para que marcharan al Congreso para impedir que los representantes y senadores votaran para dar legalidad al triunfo en las urnas de Joe Biden. Todos conocemos el desenlace … la catedral de la democracia en el mundo, el Capitolio, fue asaltado y destruidas sus oficinas en un episodio que contó con varias personas fallecidas. ¿La causa? -Un discurso político mal enfocado.-
La buena retórica, aquella que está clasificada como la disciplina que se dedica a la construcción de discursos persuasivos, es aún, en el siglo veintiuno, una poderosa herramienta para comunicar las acciones de gobierno y las políticas públicas para beneficio de los ciudadanos. De hecho, debería ser requisito que todo aspirante a gobernar tuviera esta habilidad que utilizada para armonizar, crear e interactuar con respeto, se convierta en una asignatura toral para representar ciudadanos.
El detalle, estimados amigos de Merca2.0 es que las buenas formas y protocolos que también acompañan al buen discurso, se han olvidado para dar paso a frases que impactan de manera negativa en mercados financieros, convenios, tratados ya firmados y sobre todo, en alianzas inter-países que cuesta mucho trabajo construir para que con una mala frase se pongan las partes en tensión.
En el análisis de hoy revisemos más ejemplos al respecto.
Daniel Ortega, el Presidente de Nicaragua tildó de *arrastrados* a los gobiernos latinoamericanos que no han reconocido la reelección de Nicolás Maduro misma que está salpicada por el fraude. Resultado: La declaración pone en riesgo la alianza de estos países en el Foro de Sâo Paulo en donde están junto a los nicaragüenses, Chile, Brasil y Argentina que también han solicitado transparencia en el proceso.
Keir Starmer, Primer Ministro Inglés, dejando de lado su prudencia ante el micrófono, comentó a a sus connacionales y a los miembros del partido conservador, que ¨Las cosas van a ponerse mucho peor antes de comenzar a mejorar¨ dado que el ajuste a los próximos presupuestos serán dolorosos. Resultado: Starmer tiene menos de dos meses en el cargo y en lugar de cabildear mejor los temas, utiliza frases que presuponen rompimiento en el parlamento y dudas dentro de su electorado.
En tanto en México, nuestro presidente agraviado por los comentarios de la Embajada Americana con relación a la reforma del poder judicial, declara que hará una ¨pausa¨ en la relación diplomática con nuestros vecinos. Resultado: el dólar pasó la barrera de los veinte pesos y la Bolsa Mexicana de Valores cayó en 1.31%.
Los analistas financieros han expresado que el nerviosismo que se vive es por la reformas constitucionales que están en discusión en el congreso mismas que impactan los índices mencionados y a poco más de un mes, de que el presente sexenio finalice, deja una pesada loza para el que sigue.
Una crisis política es una situación adversa que pone en tensión al gobierno que la genera y a las instituciones con las que interactúa misma que transita después al terreno económico, que suele ser muy sensible a los mensajes de los gobernantes pues generan por un lado certidumbre y por el otro, el caos.
El arte de gobernar bien pasa por la generación de mensajes sensatos y con valor agregado.
Nos encontraremos más adelante.
Federico Torres López.