Internacional.- Entre las muchas razones que existen para que una firma comercial escoja a un deportista como embajador de marca se encuentra la aspiracionalidad que este tipo de figuras despiertan, especialmente entre los consumidores más jóvenes, quienes compran cierto producto con el fin de parecerse a alguno de sus ídolos, razonamiento que Foot Locker ha llevado un paso más allá con su nueva ejecución.
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Normalmente cuando compramos los tenis usados por alguno de estos súper atletas (Cristiano Ronaldo, LeBron James, Lionel Messi, etc), lo hacemos con la falsa esperanza de que nuestra forma de jugar comience a parecerse más a la de aquellos jugadores que vemos día a día en la duela, el emparrillado o el campo de futbol; sin embargo, nunca consideramos que la razón por la que ellos juegan como juegan es gracias al arduo entrenamiento al que se someten diariamente.
Bajo dicha premisa es que parte la nueva ejecución de Foot Locker y Nike protagonizada por Russell Westbrook, donde el jugador del Thunder de Oklahoma City arriba a una cancha de basquetbol en la cual un adolescente se prepara para comenzar a jugar baloncesto con sus nuevos Air Jordan, sin sospechar que unos instantes después del basquetbolista le demostrará que los zapatos no son lo más importante a la hora de alcanzar su sueño.
Sin lugar a dudas una interesante ejecución en donde se nos demuestra de una vez por todas que el contar con el equipo adecuado no sirve de nada sin la preparación adecuada.