- La Unión Europea impone un arancel del 19% a los automóviles Tesla fabricados en China, que se suma al 10% actual.
- Si bien es un problema para la marca de Elon Musk, las marcas chinas tienen tarifas que llegan hasta casi el 50%.
- Los aranceles son parte de una estrategia de la UE para contrarrestar subsidios que benefician a los fabricantes chinos.
La Unión Europea decidió imponer un nuevo arancel del 19% a los automóviles Tesla fabricados en China e importados a esa región. La medida marca el comienzo de una nueva “guerra” de aranceles, en este caso, entre China y el Viejo Continente.
Este nuevo impuesto se suma al arancel estándar del 10% que ya se aplicaba a todos los automóviles manufacturados fuera de las fronteras europeas, lo que incrementa de manera considerable los costos para la automotriz estadounidense en el mercado europeo.
La Comisión Europea anunció la decisión este martes 20 de agosto, en respuesta a la solicitud de Tesla de que se realizara una investigación pormenorizada sobre sus operaciones en China.
La compañía buscaba evitar las tarifas (más altas por cierto) impuestas por Bruselas a otros fabricantes chinos de vehículos eléctricos, que pueden alcanzar hasta casi el 50%.
Las quejas presentadas por Tesla no lograron impedir la imposición del nuevo arancel, aunque sí lograron una reducción en comparación con otros fabricantes chinos.
Tesla, Europa y China: subsidios a los fabricantes de autos eléctricos
La planta de Tesla en China, ubicada en Shanghái, ha recibido numerosos beneficios del gobierno chino, incluyendo subsidios en la compra de terrenos, reducción de impuestos sobre la renta y descuentos en la adquisición de baterías, dice el Financial Times.
Estos beneficios fueron un factor clave para que Tesla pueda competir de manera agresiva en el mercado europeo, lo que ha generado preocupaciones en Bruselas sobre la competencia desleal.
Los nuevos gravámenes forman parte de una estrategia por parte de la UE para contrarrestar las importaciones chinas que, en su opinión, reciben subsidios ilegales.
Bruselas tiene la misma estrategia con otras tecnologías esenciales para la transición energética, como los paneles solares y las turbinas eólicas.
La respuesta de China no se hizo esperar. Pekín presentó una queja ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) y abrió sus propias investigaciones antidumping contra importaciones clave de la UE, como el coñac francés y la carne de cerdo europea.
Este conflicto pone en evidencia la complejidad y el delicado equilibrio de las relaciones comerciales entre ambas potencias.
Cambios en el mercado de EV
En junio, la Comisión Europea anunció que los fabricantes de automóviles chinos, como BYD y Geely, estarían sujetos a aranceles más altos de lo anticipado, con un tope del 48%.
Sin embargo, el martes, la comisión decidió ajustar ligeramente esta cifra tras recibir más información de las empresas chinas, reduciendo el impuesto máximo en aproximadamente un 1%.
Si los países miembros de la UE aprueban la medida, estos aranceles estarán vigentes durante cinco años.
La industria de vehículos eléctricos en Europa tiene problemas. La eliminación de subsidios para la compra de estos EV en Alemania, por ejemplo, ha resultado en caídas interanuales considerables para los fabricantes, de acuerdo con un informe de Schmidt Automotive Research (SAR).
El estudio, publicado la semana pasada, también dice que los fabricantes chinos incrementaron notablemente sus exportaciones a la UE para anticiparse a los aranceles.
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