En los últimos meses, el mundo ha sido testigo de una ola creciente de despidos masivos que está afectando a diversas industrias en múltiples regiones. Las cifras alarmantes de desempleo están generando preocupación en economistas, gobiernos y trabajadores por igual, mientras las empresas intentan adaptarse a un entorno económico incierto y en constante cambio, así lo vemos en una historia insólita donde una mujer contó que la despiden de su trabajo luego de que su jefe descubriera que usaba poco el teclado.
Se dio a conocer por parte de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que la tasa de desempleo global se situará este año en el 4.9 por ciento, una décima por debajo que el nivel registrado en 2023.
La misma fuente refiere que la tasa de paro mundial acumularía cuatro años consecutivos a la baja, después de dispararse a un récord del 6.6 por ciento en 2020 a causa de la pandemia de Covid-19. En 2019, el último año antes de la pandemia, la tasa de desempleo mundial fue del 5.6 por ciento.
La insólita historia
Se trata de una joven identificada como Suzie Cheiko, quien es una trabajadora australiana con 18 años de experiencia en Insurance Australia Group (IAG), pero que su trabajo termino de la peor forma luego de que su empresa estuvo siguiendo su ritmo de trabajo y descubrió que usaba poco el teclado.
De acuerdo a medios internacionales, todo comenzó en noviembre de 2022, cuando Cla mujer, que trabajaba desde casa, fue puesta en un plan de mejora de rendimiento. Donde la empresa justificó esta medida argumentando preocupaciones sobre su desempeño laboral.
Al empezar a trabajar de home office, la empresa decidió monitorear su actividad en el ordenador, específicamente las pulsaciones de teclas, durante un período de 49 días, desde octubre hasta diciembre del mismo año.
De acuerdo a la mujer, dicha monitorización se centró en el número de veces que Suzie pulsaba las teclas de su ordenador, lo que, según la empresa, debía reflejar su nivel de actividad y productividad.
Ante eso, según la compañía, durante esos 49 días, la trabajadora no cumplió con las horas de trabajo registradas en 44 de los días monitoreados, comenzó tarde en 47 ocasiones, terminó antes de tiempo en 29 días y, lo más alarmante para la empresa, en 4 días completos no registró ni una sola hora de trabajo. Y también se documentó que en octubre la empleada tuvo 117 horas sin pulsaciones en su teclado, en noviembre 143 horas y en diciembre 60 horas.
Vale la pena acotar que el trabajo de Cheiko consistía en crear documentos de seguros y cumplir con los plazos reglamentarios, tareas que demandan precisión y constancia. Sin embargo, la empresa alegó que, además de no cumplir con estos plazos, la trabajadora estuvo ausente, fue difícil de encontrar en varias ocasiones y no completó una tarea crítica, lo que resultó en una multa por parte del regulador de la industria a IAG.
“Es embarazoso que esta historia se haya vuelto viral, nadie va a querer contratarme”, lamentó la empleada.
El caso es muy peculiar y se suma a los debates de los home office de los empleados de muchas empresas. Y es que según una encuesta llevada a cabo en 2019 en algunos países de América Latina, Colombia es la nación con el mayor porcentaje de personas que tienen la posibilidad de trabajar de manera remota, con un 45 por ciento de los trabajadores encuestados. En Argentina y México, a un 44 por ciento y 39 por ciento de los trabajadores encuestados, respectivamente, sus empleadores les permiten trabajar a distancia.
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