La democracia, como sistema de gobierno, se basa en la participación ciudadana y la igualdad de derechos, buscando reflejar la voluntad del pueblo a través de elecciones libres y justas. En teoría, promueve la transparencia, la rendición de cuentas y el respeto a los derechos humanos. Sin embargo, en Latinoamérica, la realidad a menudo no cumple con estas expectativas ideales.
Statista realizó una investigación basándose en el informe “La recesión democrática de América Latina”, publicado por Latinobarómetro en 2023, donde se demostró cómo la satisfacción con la democracia en la región ha caído a un mínimo histórico. De hecho, en 2018, solo el 24% de los latinoamericanos se mostraban satisfechos con el sistema democrático, cifra que ha ascendido levemente al 28% en 2023.
Por el lado de los partidos políticos, un reciente estudio reveló que el 77% de los latinoamericanos consideró que los partidos no funcionan bien, en contraste con solo el 21% que tiene una opinión favorable.
Es así que se observa que El Salvador es el país con mayor satisfacción democrática en la región, alcanzando un 64%, más del doble del promedio regional. Le siguen Uruguay con un 59% y Costa Rica con un 43%. Sin embargo, el informe también señala que El Salvador está “dejando de ser una democracia” y se está transformando en un populismo autocrático. A pesar de esto, el presidente Nayib Bukele cuenta con una aprobación del 91%, la más alta de la región, lo que refleja el apoyo a métodos controversiales para combatir la delincuencia.
En contraste, Venezuela mostró una satisfacción democrática únicamente del 14%. De hecho, la información de Latinobarómetro subraya que en Venezuela y Nicaragua gobiernan dictaduras que, aunque celebran elecciones, estas no cumplen con los estándares democráticos.
El informe señala que Latinoamérica nunca ha disfrutado de democracias plenamente instauradas en todos sus países simultáneamente, pues la recesión democrática descrita en el estudio no se refiere a las dictaduras per se, sino al deterioro sistemático y continuo de la democracia en los países de la región. Este declive se ha visto exacerbado por altos niveles de corrupción.
Latinobarómetro también destaca que la recesión democrática se manifiesta en la baja aprobación del sistema democrático, el creciente desinterés por el tipo de régimen, la inclinación hacia el autoritarismo y el deterioro en el desempeño de los gobiernos y partidos políticos. Y es que desde 2020, el apoyo a regímenes autoritarios ha aumentado en la mayoría de los países, salvo en Panamá.