Así como existen recomendaciones para incrementar la capacidad de innovación y creatividad de las personas, también suelen presentarse elementos a los cuales se les debe dar la espalda si lo que se desea es no perder la capacidad para la generación de ideas e inventiva.
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Por ello, enseguida se muestran tres características que si se presentan en tu organización puede ser que no seas muy exitoso en términos de innovación.
1. El gigantismo y la burocracia. Una empresa por la que las ideas deben pasar por varios controles, le restan empuje a su capacidad de innovación. Si una idea tiene que recibir el visto bueno de varios ojos, es el mejor lugar para nunca aprobarla. Se recomienda que una persona tome el liderazgo sobre la decisión, sin importar las calificaciones u opiniones de los demás. Una compañía profesional sabrá aceptar los resultados, sean buenos o malos y aprender de ellos para transformarlos en nuevos conocimientos.
2. El juzgar una idea antes de que madure. Suele suceder que antes de que alguien termine por expresar una idea, surja otro quien declare de inmediato todos los problemas, dificultades o problemas que pueden surgir sobre su implementación. Lo que se sugiere es terminar por escuchar todas las ideas que emerjan sin calificarlas en primera instancia, porque esto inhibe la creatividad. Algunos autores le llaman la técnica del juicio aplazado.
3. El autoritarismo o cacicazgos creativos. Esos personajes que desean ser la figura representativa de toda la creatividad y la innovación de sus empresas, impiden en muchas maneras que su propio personal se desarrolle y nutra sus propias capacidades creativas. Es una suerte de hambre de poder, desde el ámbito de las musas. Si el “gran creativo” no lo aprueba, no sale a la luz.
4. El miedo a correr riesgos. Una de las formas más comunes para bloquear a la innovación, a la creatividad y al surgimiento de nuevas ideas se debe al simple y llano miedo por correr riesgos. Funciona como una suerte de auto-censura, de modo que resulta mejor hacer las cosas como se han hecho durante años, en lugar de intentar tomar una posición menos segura. Ejemplos sobre los resultados que producen no correr riesgos se encuentran en las historias recientes de Blockbuster, Palm Pilot o en su momento, lo que los ejecutivos de IBM leyeron del futuro de las computadoras personales, sólo por citar algunos ejemplos.
5. La formalidad empresarial. Existen firmas que no permiten que sus empleados se salgan un poco de sus protocolos. Todo tiene que responder a la norma y al reglamento, aunque se sabe que la innovación proviene de una disposición más flexible (que no libertina) de cosas como el cumplimiento rígido de horarios, no permitir risas en los pasillos, obstinarse con reportes para todo y juntas de control hasta para la más tonta toma de decisiones. Algunas de las empresas más modernas y prósperas de hoy cuentan con salas de descanso, videojuegos y hasta ofrecen sesiones de masaje a sus empleados. La idea es hacerles sentir como si estuvieran en su propia casa.
6. La cómoda auto indulgencia. Creerse y comprarse la idea de que nuestra mente es insuperable y que nuestras propuestas son el paradigma de la creatividad moderna, es el primer paso para transformarse en un pelmazo como los que ya están clasificados en el punto 3 de este texto. Es mejor la humildad y la apertura para reconocer que siempre existe algo nuevo que puede explorarse, ya que la innovación no sólo depende del ingenio y la inventiva, también del descubrimiento, trabajo en equipo (relevantísimo), lo que requiere de una mente despierta.
7. Siempre operar y no reflexionar. Los equipos que se la pasan todo el tiempo resolviendo problemas, en el cumplimiento de objetivos y la atención de las cuentas sin descanso, sin dar espacio para la reflexión, eventualmente pierden agilidad y en muchas ocasiones, por más que se intente, puede ser muy complicado recobrar la misma frescura si no es a través de la prueba y error de nuevos modelos. Siempre hay que ofrecer una espacio en el tiempo de trabajo para el pensamiento estratégico y para la reflexión pausada, no siempre se debe de estar en el trabajo operativo, es dañino para todas las empresas, de modo que todos los trabajadores de las organizaciones deberían brindar espacios para la reflexión en el horario de trabajo, ya que el exceso de trabajo y el estrés matan la creatividad.
8. Intolerancia a las diferencias. Se sabe que las mejores firmas en términos de creatividad e innovación son las que tienen mayores rangos y espacios abiertos para la multiculturalidad. Es poco probable que todavía existan empresas que no contraten a personas por su identidad cultural, social, nacionalidad, color de piel, preferencia sexual o género, pero todavía no se sabe de muchos casos de agencias o despachos de creatividad que ofrezcan trabajo para, por ejemplo, adultos mayores, personas con capacidades especiales o para profesionales provenientes de otras carreras distintas a la publicidad o el marketing. ¿Por qué no probar en algún punto con la aportación de algún ingeniero, veterinario, médico o hasta contador para la elaboración de un trabajo de innovación? Y así se puede mover de disciplina en disciplina, como lo hace Volkswagen en Puebla con los recién contratados, que independientemente de la carrera de la que provengan, sus primeros meses los deben pasar rotando en todos sus departamentos, lo cual responde a un modelo de operación mundial.