McDonald’s, la icónica cadena de comida rápida, podría poner en marcha una decisión que marcará el fin de una era para sus clientes: la época del refill ilimitado de refresco.
La decisión se implementaría de manera gradual con la eliminación de las máquinas de autoservicio de refrescos para el año 2032.
De acuerdo con testimonios recabados por el sitio web Marketplace, esta medida, que ya ha comenzado a implementarse desde 2023 en algunas sucursales de Estados Unidos, lo que ha generado sorpresa y debate entre los consumidores.
Un conductor de entrega de Uber Eats comentó recientemente a Marketplace que notó la ausencia de máquinas de autoservicio en un local de McDonald’s en Pittsburgh, Pensilvania, donde además se comenzó a cobrar a los clientes por las recargas.
Alex Susskind, profesor de gestión de alimentos y bebidas en la Universidad de Cornell, señaló que algunos restaurantes en los patios de comidas de centros comerciales en Nueva York y Pensilvania han reubicado sus máquinas de refrescos detrás del mostrador.
Según Darren Tristano, director ejecutivo de FoodserviceResults, una firma de consultoría e investigación de la industria alimentaria, la medida de McDonald’s podría marcar una tendencia.
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¿Por qué se acabó la era del refill?
De acuerdo con la opinión de ambos especialistas, la decisión de McDonald’s se basa en una serie de factores, incluyendo cambios en los hábitos de consumo, preocupaciones sanitarias derivadas de la pandemia y consideraciones económicas.
La creciente popularidad de los pedidos para llevar y el autoservicio ha disminuido el uso de las máquinas de autoservicio, mientras que la necesidad de mantener altos estándares de higiene ha hecho que su limpieza sea más costosa y laboriosa.
Aunque las bebidas son una de las categorías con mayores márgenes de ganancia, oscilando entre el 90% y el 95% o más, el costo de ofrecer recargas gratuitas puede acumularse.
Un cálculo rápido realizado por los especialistas consultados por Marketplace revela el impacto del refill. Si McDonald’s atiende a 25 millones de comensales al día en Estados Unidos y el 20% de ellos cenan en el restaurante, con el 50% de esos invitados obteniendo una recarga gratuita, eso costaría a la compañía 250,000 dólares al día, lo que se traduce en más de 90 millones de dólares al año.
La inflación ha llevado a los consumidores a ser más conscientes de sus gastos, lo que ha impactado las ventas de la industria de comida rápida en general.
La eliminación de las máquinas de autoservicio de refrescos podría ser el inicio de una tendencia en la industria, ya que otros restaurantes podrían seguir el ejemplo de McDonald’s.
Este cambio representa un ajuste significativo en la experiencia del cliente y refleja las presiones económicas que enfrenta el sector.
Si bien algunos consumidores lamentan la pérdida de las recargas gratuitas, otros entienden las razones detrás de esta decisión. McDonald’s asegura que seguirá ofreciendo una variedad de opciones de bebidas a sus clientes, aunque a un costo adicional.