Carlos Andrés Mendiola
@carlosamendiola
“Road House” es el mayor éxito de una película original de Prime Video.
“Duna Parte 2” es la película más taquillera en lo que va de 2024. “Ghostbusters: Imperio fantasma” y “Godzilla y Kong: El nuevo imperio” están en salas y prometen que habrá más entregas en un futuro.
En el verano vienen, por citar algunas, “Un lugar en silencio: Día uno”, “IntensaMente 2” y “Deadpool y Wolverine”.
En las dos semanas más recientes se han anunciado “Bridget Jones 4”, “Un viernes de locos 2”, los remakes de “El proyecto de la bruja de Blair” y “El sobreviviente”, el musical de “Heathers”, el crossover de “Transformers y G. I. Joe”, la serie de “Legalmente rubia”, y también ha habido noticias y novedades de “Moana 2”, “Toy Story 5”, “The Mandalorian y Grogu” y “Tron: Ares”.
Las novedades del cine no son tan novedosas cuando las carteleras del presente y del futuro se asemejan a las del pasado. Es la ironía de una industria que se aferra al pasado y la nostalgia y que parece condenada a repetirse.
2023 parecía haber dejado constancia de que Hollywood necesitaba verdaderas novedades al menos en términos de la pantalla grande.
La película más taquillera fue “Barbie” con más de mil millones de dólares. Fue la primera vez de la muñeca de Mattel en un live action y fue una sorpresa. Se esperaba una comedia ligera y resultó una existencialista que cuestiona el patriarcado y los roles de género. La novedad estuvo en el enfoque.
La segunda que más recaudó fue “Oppenheimer”, una biopic que es también un thriller y que se centra en la creación de la bomba nuclear. Además, fue la máxima ganadora del premio Oscar con siete estatuillas incluyendo Mejor Película y Mejor Director.
“Barbie” y “Oppenheimer” dejaron en la lona a muchos derivados de franquicias exitosas como “Misión imposible”, “The Marvels”, “Rápidos y Furiosos 10”, “Indiana Jones” y “Transformers”.
El verano de 2023 fue uno de los más saturados de estrenos. La concentración fue resultado de la pandemia, con muchos títulos esperando llegar a las salas (y estudios recuperar su inversión) y al impacto en taquilla se le sumó también el que las dinámicas de consumo de cine han cambiado. ¿Cuál es el nuevo equilibrio? Todavía no hay una respuesta.
Los resultados de la taquilla del verano 2023 y el impacto de las huelgas de guionistas y de actores tienen de nuevo el escenario en duda. ¿Exactamente qué quiere la audiencia? ¿Cuánto quiere? Mejor dicho, ¿cuánto necesita?
Ya las plataformas han hecho también cambios, evitando que se comparta la clave de acceso, incluyendo anunciantes y también exhibiendo títulos primero en salas y luego en la plataforma (como hizo Prime Video con “Beekeeper” o “Air, la historia detrás del logo” o Apple TV con “Napoleon” y “Los asesinos de la luna”). Es un juego de prueba y error.
El anuncio de tantos y tantos remakes, secuelas, spin-off, precuelas y demás derivados que suman a crear franquicias o reutilizar y rehacer lo previo confirman que a pesar del tropiezo que fue 2023 siguen siendo una apuesta muy en lo que dicta aquél viejo dicho, “más vale malo conocido que bueno por conocer”. Y no es que sean malas, pero quizás son un “mal” necesario.
Mal entre comillas pues es cierto que hay muchas que son un retroceso de la anterior, pero también que hay otras tantas que no lo son. El punto está en que la audiencia las conozca y les tenga cierto cariño, les da un porcentaje de ventaja sobre títulos que son por completo originales.
Estudios y plataformas necesitan que el público regrese y un factor para que lo haga es la familiaridad, otro la nostalgia. No se irán. Son una variable de peso que cuidarán combine mal con otras como el presupuesto, el talento involucrado y el calendario de exhibición.
Que llegue la que sigue…
