Marcas con gran reconocimiento a nivel internacional han logrado mantenerse en el mercado gracias a que han sabido adaptarse a las necesidades de las personas, y también porque se han atrevido a lanzar productos que, aunque no han sido de la misma línea o categoría de sus productos con los que nacieron como empresa, llevan ya tatuado el prestigio del nombre construido de la marca.
¿Habría sobrevivido Coca Cola si se hubiera quedado solamente con su producto de fórmula original? O ¿Apple tendría el éxito que tiene como marca si se hubiera quedado solamente en el negocio de las computadoras personales?
¿Qué habría pasado si Kodak le hubiera mostrado un poco de interés a la transición digital y (aquí me invento una tontería) aparte de producir cámaras y rollos se dedicaba también al mercado de gadgets digitales, como la telefonía celular?
¿Cuántas personas, desde hace mucho tiempo, usan más su teléfono para tomar fotografías en lugar de usarlo para hablar? (que, se supone, era su uso inicial u original).
A eso me refiero.
Y por eso, con todo el movimiento constante que hay en el mercado, en todas las categorías y con los rápidos cambios de hábitos y comportamientos del consumidor/usuario cada vez más fragmentado, las marcas, si quieren sobrevivir, se mueven al mismo ritmo.
Es el caso de Xiaomi, la empresa de dispositivos móviles de origen chino, que ahora entra con el pie derecho al mundo del automóvil.
Este mercado está experimentando una revolución, y en este panorama de innovación y cambio, Xiaomi ha entrado con fuerza. El reciente lanzamiento de su primer automóvil, el Xiaomi SU7, ha causado sensación en la industria y ha dejado a muchos preguntándose cómo una empresa conocida principalmente por sus dispositivos electrónicos podría tener tanto éxito en el competitivo mundo del automóvil. La respuesta radica en una estrategia magistral de mercadotecnia y una comprensión profunda de las necesidades del mercado actual.
Desde su fundación en 2010, Xiaomi se ha establecido como una de las principales marcas de tecnología a nivel mundial, conocida por su innovación constante y su compromiso con ofrecer productos de calidad a precios asequibles. Sin embargo, su incursión en el mercado automotriz ha sido recibida con escepticismo por algunos, especialmente teniendo en cuenta la competencia que enfrenta, tanto de otras empresas tecnológicas como de fabricantes de automóviles establecidos.
Comparado con su competencia en el sector tecnológico, como Apple, que intentó incursionar en el mercado de automóviles sin éxito hasta ahora, Xiaomi ha demostrado una comprensión más profunda de las complejidades de la industria automotriz y ha logrado adaptarse de manera efectiva a sus demandas. Mientras que Apple ha enfrentado desafíos significativos en el desarrollo de su propio automóvil, Xiaomi ha aprovechado su experiencia en fabricación y su red de socios para llevar el SU7 al mercado de manera rápida y eficiente.
Pero la verdadera maestría de Xiaomi radica en su capacidad para competir en el mercado automotriz convencional. En un momento en que la industria está experimentando una transición hacia los vehículos eléctricos, el SU7 ha logrado destacarse. Como muestra de ello, es que la empresa recibió 10,000 pedidos de su coche eléctrico en los primeros 4 minutos a la venta. A los 7 minutos ya se habían completado 20,000 reservas y se rebasaron las 50,000 reservas a los 27 minutos.
Sumen a ello una lista de espera de siete meses para recibir el coche. Además, Xiaomi ha adoptado una estrategia de precios agresiva, ofreciendo el SU7 a un precio significativamente más bajo que muchos de sus competidores. Esto no solo lo hace más accesible para una amplia gama de consumidores, sino que también lo posiciona como una opción atractiva en un mercado donde el precio sigue siendo un factor determinante para muchas personas. Por supuesto, el éxito del Xiaomi SU7 no ha pasado desapercibido para sus competidores en la industria automotriz. Empresas establecidas han comenzado a tomar nota de la incursión de Xiaomi y están ajustando sus estrategias para hacer frente a esta nueva amenaza. Sin embargo, la agilidad y la capacidad de adaptación de Xiaomi le han dado una ventaja significativa en este campo de juego en evolución constante.
Así que, para seguir en el juego hay que ponernos a pensar y a moverse. LEGO dejó de ser solamente un juguete de bloques de plástico y es también parques temáticos y películas. Amazon no se quedó en ser una empresa de mensajería y ahora también está en el mundo del streaming y la producción audiovisual. El mismo Apple no solamente es esa empresa visionaria de aquel famoso “1984”, sino que también es una exitosa productora de gadgets.
Y tú, ¿en qué te quieres transformar?