Existen cifras que especulan la cantidad de anuncios publicitarios a los que una persona puede estar expuesta en un día: varios cientos o miles de impactos.
Es difícil proporcionar una cifra exacta de cuántos impactos publicitarios recibe un consumidor diariamente, ya que varía significativamente según diversos factores, como son: la ubicación, edad, ocupación, estilo de vida, comportamiento en línea, hábitos de consumo de medios, entre otros.
A principios de los 70s se calculaba que una persona promedio veía entre 500 y 1,600 anuncios por día. Considerando TV, periódicos, revistas, billboards. En 2007, la firma Yankelovich entrevistó a +4,000 personas y estimó que un consumidor promedio veía alrededor de 5,000 anuncios por día. Para el 2021 la cifra se incrementó de 6,000 a 10,000 anuncios por la incorporación de plataformas digitales y nuevas tecnologías. Faltaría considerar el uso de ad-blockers fuertemente buscado por Millennials y Centennials.
Hoy en día para poder medir mensajes publicitarios se deben contemplar medios tradicionales, digitales, activaciones, puntos de contacto y de venta, entre otros. Algunos blogs mencionan que van de 4,000 a 10,000 anuncios por día.
Imaginemos a alguien que amanece y le gusta ver noticias en YouTube, ahí recibe alrededor de 10 anuncios (no tiene servicio premium). Sale a su oficina en su auto y prende la radio: escucha 24 anuncios. Toma una avenida y cruza por 12 espectaculares, torea 9 microbuses brandeados y atraviesa 14 parabuses. En semáforos largos entra a redes sociales y ve 15 anuncios o contenido promocionado. En un semáforo recibe una muestra de yogurt.
Llega al estacionamiento del corporativo y camina a la cafetería más cercana, donde se encuentra un amigo de la oficina. Entablan conversación y le recomienda una película. Acto seguido va a un súper de conveniencia a comprar algunas cosas básicas y tiene que decidir entre 102 marcas o presentaciones. Ya rumbo a su oficina sube por unas escaleras brandeadas justamente con la película que le recomendaron y las puertas del elevador tienen un anuncio. Llega a su escritorio y al abrir el correo recibe 32 mails, de los cuales 9 son spam. En total fueron 199 impactos y eso que apenas inicia el día.
Probablemente con los dedos de una mano podemos contar las marcas que realmente cumplieron su objetivo en este periodo y lograron una conexión autentica con un mensaje relevante. Este desmedido bombardeo de anuncios e impactos publicitarios tienen serios efectos secundarios. Un consumidor ávido de bloquear marcas intrusivas y en busca de marcas relevantes que le agreguen valor a su vida, familia y comunidad.
Cuidemos el entorno de nuestros consumidores y seamos menos intrusivos. Nos los van a agradecer.
