Justo cerramos el 2023 como el primer socio comercial de Estados Unidos, sí el primero, por encima de China. Le vendemos más a Estados Unidos que los chinos, principalmente aguacate, autopartes, acero, entre otros muchos productos de intercambio comercial bilateral.

Desde hace más de 20 años que esto no sucedía. Esto pasa por diferentes sucesos coyunturales en el mundo y la zona. Existe una férrea guerra comercial entre China y entre los sindicatos, empresarios americanos y los intereses económicos y políticos de la frontera norte.

Los del partidos demócrata y republicano están viviendo una dura batalla electoral con camino a noviembre de este año, y quién ataque más a China y Rusia será ganador en la opinión pública. Porque atacar a China representa defender a los empleos de los obreros norteamericanos y lo intereses de las marcas nacionales de América.

Por otra parte, el nearshoring o relocalización sí existe. No es un sueño líquido. Al existir una guerra comercial con China, es necesario que los empresarios chinos y también los estadounidenses, muden sus insumos y proveedores cerca de sus fábricas y centros de distribución.

La guerra de Ucrania también ha influido al ser fabricantes de tractocamiones, maquinaria pesada y cereales, han mudado sus centros de fabricación cerca de donde venden.

Tengo datos de contactos cercanos que tres empresas ucranianas se han mudado a Nuevo León, México, para venderle maquinaria a su principal cliente en Oregón, Estados Unidos. Esto es exactamente nearshoring y producto de economía de la guerra.

Puede pasar que este año se destaque que México crezca más como economía porque seguirá vendiendo más mercancías a Estados Unidos, sí, quizá nos convirtamos en distribuidores de China para Estados Unidos de acero y esto generará muchas atenciones en el T-MEC (Tratado de Libre Comercio Estados Unidos de América, Canadá y México).

De hecho, ya se avecinan las campañas mediáticas de los intereses comerciales y sindicales de Estados Unidos. Como ejemplo, Xeneta, que es una web especializada en volúmenes y tarifas del comercio internacional. En los primeros nueve meses de 2023 se enviaron de China a México 881 mil contenedores de 20 pies, cuando en 2022 la cifra había sido de 689 mil. Un crecimiento de 27.8%.

El artículo sugiere, pues, ninguna fuente hace una acusación expresa, qué podría haber una triangulación de las exportaciones chinas, sin duda. Han pasando ilegalmente como productos mexicanos, para no pagar aranceles.

Por lo menos es lo que se quejan los empresarios y sindicalistas americanos. Lo gritan por todas partes y piden que se apliquen candados en el T-MEC con urgencia.

Por otra parte, la construcción en puntos como el sureste de México (Riviera Maya), Nuevo León, Tamaulipas y San Luis Potosí ha crecido hasta un 35% por turismo, parques industriales y comercio. Impresionante.

Se construyen casas y hostales para turistas y nativos digitales que vienen a viajar y trabajar aquí a México porque la bebida, la mariguana, la renta y la comida es económica en comparación a la inflación en Norte América.

Esto es otro ejemplo de globalización nearshoring como a la inversa. México vive una oportunidad de oro para el comercio que debemos de aprovechar, sin duda.

De alguna forme nos tenemos que convertir en agentes chinos distribuidores para el mercado americano y norte americano. Estas oportunidades normalmente duran entre 5 y diez años. Aprovechemos que el mundo nos mira comercialmente con benevolencia por esta vez.