En un mundo donde el bombardeo publicitario es constante y el espectro de opciones parece infinito, emergen las “lovemarks”. Este término, acuñado por Kevin Roberts en su libro homónimo, describe a las marcas que han trascendido la lealtad y conquistado el corazón de sus consumidores, adentrándose en el territorio del amor verdadero. Pero, ¿cuál es el secreto para elevar una marca a esta categoría casi mítica?
Más allá de la calidad y el servicio
Primero, es esencial entender que la calidad del producto o servicio y una excelente atención al cliente, aunque fundamentales, ya no son suficientes. Vivimos en una era donde la excelencia es el punto de partida, no el destino. Las lovemarks van más allá, creando conexiones emocionales profundas y duraderas con sus consumidores.
La triada de las lovemarks
Kevin Roberts lo cuenta de manera increíble. Si no has leído el libro o no se te da eso de leer, mira aquí el video donde habla de ello. Roberts comparte que existen 3 secretos para construir una lovemark
- Misterio
Las marcas amadas envuelven a sus consumidores en un aura de misterio: ofrecen historias, mitos y leyendas que invitan a la gente a ser parte de algo mayor que ellos mismos. Este misterio alimenta la curiosidad pero también permite que los consumidores se vean a sí mismos como actores dentro de la narrativa de la marca.
- Sensualidad
Se refiere a la capacidad de una marca para involucrar los sentidos. Las lovemarks trascienden lo visual para incorporar texturas que se desea tocar, sonidos que resuenan en el corazón, y sabores y aromas que evocan recuerdos y emociones. Esta estimulación sensorial crea recuerdos imborrables y fidelidad más allá de la razón.
- Intimidad
Finalmente, la intimidad permite que una marca se convierta en un miembro de la familia. Escuchar y responder genuinamente a las necesidades y deseos de los consumidores con empatía, preocupación y comprensión construye una relación de confianza y lealtad.
Autenticidad y responsabilidad social
Además de las ideas de Roberts, la evolución de las expectativas de los consumidores ha hecho que la autenticidad y la responsabilidad social sean indispensables para las marcas que aspiran a ser amadas. Los consumidores de hoy buscan marcas que hablen de valores pero, sobre todo, que los vivan. Aquellas que se comprometen genuinamente con causas sociales y ambientales ganan amor verdadero además de respeto. A decir verdad, más que la política, yo creo que esto puede ser lo que salve al mundo.
Amor en tiempos de consumo
Convertirse en una lovemark en el siglo XXI implica entender y abrazar la complejidad de las relaciones humanas. No se trata sólo de vender un producto o servicio, sino de cómo hace sentir a las personas: es necesario construir una narrativa que invite a la participación y crear experiencias sensoriales que se graben en la memoria. En última instancia, las marcas que triunfan son aquellas que reconocen que su éxito reside en el corazón de sus consumidores.
Lograr que tu marca sea amada es un viaje que va más allá del marketing tradicional; es un compromiso profundo con la creación de experiencias genuinas, auténticas y memorables que resuenen en el alma de las personas. En este viaje, el amor verdadero de tus consumidores es la brújula que guía hacia el éxito sostenible y significativo. Definitivamente no es cosa del pasado y está muy lejos de perder vigencia: ya sea que tu marca lleve siglos o días, hoy es un buen momento para empezar a convertirla en una lovemark.
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Arturo Ortiz, CEO Birth Group
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