Ni siquiera canta. Es más, tiene una voz tipluda, desentrenada, nasal, desafinada y sus canciones son un éxito viral desde hace dos semanas ¿Qué pasa Mariana Monterrey, qué cautivas a votantes y no votantes? ¿Hay una maquinaria de mercadotecnia detrás de esta influencer tan poderosa? La respuesta es no. Lo que está pasando con el caso de Mariana Monterry se llama Momentum. Es un licuado perfecto. La tormenta perfecta del
siglo 21.
Que mezcla una pizca de sociedad, contexto, contenido, vacio, desdeperanza, post pandemia, soledad, posverdad y desencanto por los políticos de la actualidad. Mariana Rodriguez o como ahora se auto nombra Mariana Monterrey, que me parece un magnífico sobre nombre político con el que la baitizó ese copy o redactor publictario que trabaja para élla, está simbrando a políticos viejos y nuevos mexicanos con su forma de mandar mensajes a las audiencias. No se trata de que tenga un don o una vara mágica. Tiene una autenticidad y un personeje que diambua muy cerca de lo que es su identidad real, quizá no se ha dado cuenta que su personaje es élla misma en realidad.
Lo que pasa con los políticos que se ven acartonados o como malos actores es que intentan actuar muy lejos de su identidad o realidad aparente, Mariana, aun no se ha separado de su personaje y por eso proyecta esa autenticidad, conforme se oxide, se irá separando de su auteticidad y su personaje perderá fuerza y atracción para las audiencias
que la votan en las urnas.
La clave está en que en este momento no sabe quién es quien y proyecta esa búsqueda con la que se identifica la gente. Esa indefinición, que al mismo tiempo es indefinición. Y yo me identifico con quien es como yo, no con quien es diferente a mi y si lo veo como yo, voto por mi candidato en la urna. No me importa si cumple o no. Si es competente o no. Lo que quiero es pertenecer a su tribu, ser parte de. Y Mariana Monterrey está haciendo muy bien el llamado a la tribu. Por eso muchos aman a Mariana, porque sintonizan su grito. Eso sí, un grito tipludo, nasal y desafinado. Aspiracional, de aspiracionista.
¿Por qué odian a Mariana Monterrey? Por que les da tristeza el bien ajeno. Es decir, envidia. Porque posee algo que otras o otros no tienen. Ya sea, carisma, votos, likes o fama. La realidad es que muchos dirán que son políticos sin contenido. Es verdad, no hay contenido en este tipo de políticos posmodernos y no es que hagan sus campañas en la vida digital lo que los hace posmodernos, lo que los vuelve políticos del siglo 21, es que no hay contenido, no existe
ideología, ni sustancia en las acciones de lo que se propone. Hay más forma que fondo.
Sus ideas son como esferas de navidad, que no contienen nada, tan frágiles que si las tomamos con las manos fuerte se romperan en nuestras propias manos y nos harán daño. ¿Qué dice mi bola de cristal en este final de 2023? Qué sin duda Mariana
Monterrey será alcaldesa de una de las ciudades más importantes de México en las próximas elecciones, que arrazará en votos. Segirá haciendo campaña como lo hace, muy a su manera, será imitada por muchas mujeres y no podrá ser igualada y que ayudará a que su esposo sea el próximo presidente de la nueva derecha mexicana después de que gane Claudia Sheinbaum en 2024 en el sexenio de 2030. Este México ya cambió y muchos siguen sin darse cuenta. Despierten ya.