La historia reciente de OpenAI, una empresa lĂder en el campo de la inteligencia artificial (IA) y creadora de ChatGPT, ha estado marcada por un drama que bien podrĂa ser el guion de una serie o pelĂcula de Netflix o alguna otra de las plataformas de streaming.
La crisis alcanzó su punto álgido con el despido y posterior readmisión de Sam Altman, presidente de la empresa y figura clave en el desarrollo de ChatGPT, y se agravó con la controversia en torno al enigmático proyecto Q Star o Q*. Sin embargo, existen antecedentes importantes a esta crisis.
Un aspecto importante fue el debate entre los catastrofistas y los pragmáticos en el mundo de la IA. Dicho conflicto reflejó la tensión entre la concepción original de OpenAI como una organización sin ánimo de lucro y su evolución hacia una de las startups más valiosas de Silicon Valley.
La controversia se agudizĂł con el desarrollo de un proyecto misterioso y potencialmente revolucionario conocido como Q* o Q-Star.
Una carta que cambiĂł provocĂł el caos en OpenAI
Una carta y un algoritmo de IA fueron desarrollos clave antes de que el consejo de OpenAI destituyera a Sam Altman, el niño prodigio de la Inteligencia Artificial General (IAG), dijeron dos fuentes a la agencia Reuters.
Esta carta, que detallaba la destreza y el potencial peligro de la IAG, fue un factor clave en la destituciĂłn temporal de Altman. La discusiĂłn sobre los riesgos que representan las máquinas altamente inteligentes y su posible impacto en la humanidad ha sido un tema de largo debate en la comunidad cientĂfica.
Sam Altman, una figura central en el desarrollo de ChatGPT, jugĂł un papel crucial en atraer inversiones significativas y recursos informáticos de Microsoft, llevando a OpenAI más cerca de la Inteligencia Artificial General (IAG). Previo a su despido, su intervenciĂłn en una cumbre de lĂderes mundiales en San Francisco, donde hablĂł de avances inminentes en IA, puso en alerta sobre sus intenciones con respecto al proyecto Q*.
Elon Musk, el mejor actor de reparto
Durante la crisis, el multimillonario Elon Musk difundiĂł desde X (antes Twitter) una carta de supuestos antiguos empleados de OpenAI en la que critican a Altman y su aliado Greg Brockman.
En dicho documento se acusaba a Altman y Brockman de engaño y manipulación, cuestionando sus intenciones y la priorización del beneficio de la humanidad en sus esfuerzos por alcanzar la IAG.
“Imploramos al consejo de administración que se mantenga firme en su compromiso con la misión original de OpenAI y no sucumba a las presiones de los intereses lucrativos. El futuro de la inteligencia artificial y el bienestar de la humanidad dependen de su compromiso inquebrantable con el liderazgo ético y la transparencia”, señala parte de la carta que difundió Elon Musk en su cuenta de X.
Hay que recordar que Musk contribuyĂł a la creaciĂłn de OpenAI en diciembre de 2015. Su participaciĂłn estuvo motivada por su interĂ©s en promover y desarrollar tecnologĂas de inteligencia artificial de forma segura y beneficiosa para la humanidad. OpenAI se estableciĂł como una organizaciĂłn sin fines de lucro, con el objetivo de colaborar y compartir libremente sus investigaciones con el mundo, algo que Musk consideraba esencial para contrarrestar posibles riesgos asociados al desarrollo de IA avanzada o general y para evitar que estuviera dominada por unos pocos actores poderosos. (En particular, OpenAI surgiĂł con la intenciĂłn de ser un contrapeso de cĂłdigo abierto para Google).
Sin embargo, la relaciĂłn de Elon Musk con OpenAI cambiĂł con el tiempo. En 2018, Musk dejĂł el consejo de administraciĂłn de OpenAI, aunque continuĂł donando y apoyando a la organizaciĂłn. Su salida se debiĂł principalmente a un conflicto de intereses, ya que Tesla, otra de sus empresas, comenzĂł a intensificar su propio trabajo en inteligencia artificial para sus vehĂculos autĂłnomos
¿Qué es Q* o proyecto Q-Star?
No existe mucha informaciĂłn sobre Q* o Q-Star salvo la informaciĂłn publicada por Reuters y la opiniĂłn de algunos especialistas en IA al respecto.
De acuerdo con lo reportado por la agencia, Q Star es una iniciativa de OpenAI que se centra en el desarrollo de la Inteligencia Artificial General (IAG). Este proyecto ha cobrado relevancia debido a su potencial para avanzar significativamente en el ámbito de la IA.
SegĂşn fuentes de Reuters, Q Star podrĂa reproducir el pensamiento matemático, una capacidad tradicionalmente considerada exclusiva de la inteligencia humana. Esto implica que la IA podrĂa llevar a cabo razonamientos complejos y aplicarse en campos como la investigaciĂłn cientĂfica innovadora.
¿Qué es la Inteligencia Artificial General IAG?
La Inteligencia Artificial General se refiere a un tipo de IA capaz de comprender, aprender y aplicar su inteligencia a una amplia gama de tareas, de manera similar a la inteligencia humana. A diferencia de la IA convencional, que se centra en tareas especĂficas como el reconocimiento de voz o la traducciĂłn de idiomas, la IAG tendrĂa la capacidad de realizar actividades diversas con un entendimiento contextual y adaptativo.
OpenAI, la raĂz del miedo
La crisis en OpenAI se desencadenó en parte por la tensión entre visiones catastróficas y pragmáticas sobre el futuro de la IAG. El despido y posterior readmisión de Sam Altman detonó el drama.
La polémica se intensificó con la lucha entre la visión original de OpenAI como una empresa sin ánimo de lucro y su transformación en una startup de gran valor en Silicon Valley.
El desarrollo del proyecto Q Star ha suscitado un amplio debate sobre las implicaciones Ă©ticas y de seguridad de la IA.
La posibilidad de que una IA reproduzca el pensamiento matemático y lleve a cabo razonamientos complejos plantea interrogantes sobre los lĂmites y la regulaciĂłn de estas tecnologĂas avanzadas. La comunidad cientĂfica y el pĂşblico en general se cuestionan sobre los riesgos potenciales que estas máquinas altamente inteligentes podrĂan representar para la humanidad.
En contraparte hay voces que descalifican a los activistas cuya visión apunta a la catástrofe a partir de la irrupción de la Inteligencia Artificial General.
Un final abierto y escenas post créditos
La trayectoria de OpenAI en la inteligencia artificial y su proyecto Q Star es un recordatorio de que la IA no es solo una cuestión tecnológica, sino también una cuestión profundamente humana y ética.
El debate en torno a la IAG es crucial en un momento en que estas tecnologĂas están avanzando a un ritmo sin precedentes. La historia de OpenAI, con sus giros y controversias ha sido un reflejo de las complejas y fascinantes interacciones entre tecnologĂa, Ă©tica y sociedad en la era moderna.
Esta no es una serie pelĂcula de Netflix, pero podrĂa ser uno de los thrillers corporativos de la plataforma de streaming. El guion tendrĂa un final abierto y una o más escenas post crĂ©ditos, donde caben muchas preguntas, la mayorĂa sin respuesta todavĂa.
Una lĂnea de tiempo del caos
A continuaciĂłn te ofrecemos esta cronologĂa de los hechos:
- Jueves, 16 de Noviembre: Ilya Sutskever, cofundador de OpenAI, planea el despido de Sam Altman, proponiendo a Mira Murati como CEO interina.
- Viernes, 17 de Noviembre: El consejo de administraciĂłn de OpenAI despide a Altman en una videollamada, con Greg Brockman, presidente de OpenAI, ausente inicialmente. Tras el despido, Brockman renuncia en solidaridad. Microsoft se entera del despido y muestra su sorpresa y descontento.
- Sábado, 18 de Noviembre: Altman negocia con Microsoft para crear una nueva empresa de IA. La junta de OpenAI considera la posibilidad de readmitir a Altman tras la presión de Microsoft y otros inversores.
- Domingo, 19 de Noviembre: Los esfuerzos para reincorporar a Altman y Brockman se suspenden. Altman no volverá como CEO de OpenAI, y Emmett Shear, cofundador de Twitch, es nombrado nuevo CEO interino.
- Lunes, 20 de Noviembre: La confirmación de que Altman no volverá como CEO provoca un éxodo masivo de OpenAI. Microsoft anuncia la contratación de Altman y Brockman para liderar un nuevo equipo de investigación en IA.
- Miércoles 22 de Noviembre. Sam Altman es nombrado nuevamente CEO de OpenAI. Además se integran a la junta directiva: Bret Taylor, ex co-CEO de Salesforce; Larry Summers, ex Secretario del Tesoro de EEUU, y Adam D’Angelo, CEO de Quora