Hablar de una buena alimentación hoy en día es fundamental, cuidar nuestra salud, mantenernos activas y activos, así como comer variado y nutritivo es esencial para desarrollarnos mejor y tener una buena calidad de vida.
Como personas adultas somos responsables de nuestra salud, pero ¿quién es responsable de la salud de miles de niñas y niños que actualmente viven un estado crítico de alimentación?
La forma en la que se alimentan niñas, niños y adolescentes tiene repercusiones en su desarrollo, ya que la alimentación adecuada desde el nacimiento aumenta las probabilidades de mantener un crecimiento adecuado y reduce el riesgo de desarrollar deficiencias de nutrientes como la anemia por carencia de hierro, deficiencias de zinc y vitaminas como la vitamina D y A que afectan el desarrollo de la niñez, con consecuencias irreversibles a largo plazo, si estas no son corregidas a tiempo; no sólo afectan la salud de niñas y niños, sino también a su desempeño en la vida adulta.
Con base en lo anterior, abordamos la importancia de las prácticas de alimentación para el bienestar, no solo con niñas, niños y adolescentes a través de clubes comunitarios de salud, sino también en espacios y procesos formativos con las personas adultas que tienen un rol fundamental como garantes de su derecho a la salud y a la alimentación: madres, padres, cuidadores, docentes, comités de comedores comunitarios, líderes comunitarios formales y no formales, y personal del sector salud, entre otros.
Una de las prioridades de nuestro programa de Salud en Save the Children México es responder a las problemáticas relacionadas con la malnutrición que enfrenta la niñez en nuestro país. Hoy en día, muchos Estados tienen importantes desafíos al haber niñas, niños y adolescentes en la triple capa de mala nutrición; es decir, con desnutrición o baja talla, con carencia de micronutrientes y/o con obesidad.
Con una larga trayectoria en las intervenciones que contribuyen a mejorar la alimentación de la niñez en México, hoy continuamos impulsando prácticas de higiene y saneamiento adecuadas en la preparación de los alimentos, promoviendo el consumo y aprovechamiento de los alimentos y productos propios de cada región, fomentando el valor cultural e identitario que estos nos dan; también creamos y fomentamos entornos y espacios seguros y amorosos para la toma de decisiones informada en las prácticas de alimentación.
A todos estos esfuerzos se suma MAIZENA, quienes gracias a la iniciativa “Alianza por el Bienestar de la Niñez”, apuestan a los procesos de fortalecimiento de capacidades de las y los docentes, donde les facilitamos herramientas y estrategias, basadas en información actualizada, para promover una alimentación saludable en los entornos escolares, todo desde un enfoque de derechos centrado en la niñez y la adolescencia, y con una perspectiva de igualdad de género.
Desde el 2022 hasta agosto de este año hemos contado con la participación directa de 1,275 docentes y personal educativo de nivel primaria. Gracias a ellos, hemos impulsado el fomento de entornos saludables dentro de escuelas en Estado de México, Puebla, Yucatán y Campeche, impactando en 12,844 niñas y niños, y 9,406 madres, padres y cuidadores que integran las comunidades educativas.
Es un gran orgullo reconocer el trabajo y los resultados que hemos obtenido al abordar la importancia de las prácticas de alimentación para el bienestar, no solo con niñas, niños y adolescentes, sino también en espacios y procesos formativos con las personas adultas, y aunque aún tenemos mucho trabajo por hacer, seguiremos creando acciones duraderas y sostenibles con las niñas, niños, sus familias y dentro de sus comunidades para lograr que los cambios en la alimentación y la mejora de hábitos sea positiva y duradera.