Internacional. Es bien sabido que uno de los problemas de las redes sociales en la conducta de los individuos es que genera trastornos de despersonalización. Parece irónico que mientras más conectados estamos a través de las plataformas, menos contacto tenemos con las personas en el mundo exterior. Un ejemplo de esto se aprecia en la página de Facebook y las notificaciones de cumpleaños de los contactos.
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A diferencia de otras páginas como Twitter, la creación de Mark Zuckerberg se ha distinguido por notificar a los usuarios cuando las demás personas cumplen años, generando con esto algunas normas de comportamiento y cordialidad, incluso con las personas con las que no convivimos desde años atrás.
Y más allá del debate moral entre las virtudes que estas notificaciones representan o la falsedad a la que nos someten -por sentir un compromiso de felicitar a nuestros “amigos”-, es fácil comprender los puntos en donde la red se gana nuestra dependencia.
Estos temas se expusieron a través de una simpática canción titulada “Feliz cumpleaños a mi conocido perdido”, en la que dos chicas plantean lo ridículo que es escribir -por obligación como todos los demás y no por convicción– una felicitación a una persona con la que no convivimos, cuyo cumpleaños quedaría olvidado por completo de nuestra mente de no ser por Facebook.
A continuación el video: