Buenos Aires, Argentina.- Hacen interminables filas para comprar el primer iPhone o la edición especial del HTC más exclusivo. Como groupies del rock, son ciegos defensores –casi sin conciencia– de marcas de celulares, consolas o software.
Caminan entre nosotros como cualquier mortal, van al supermercado, a la tienda a comprar pan, miran TV, les gusta el fútbol, salen, beben, duermen, festejan, ríen, lloran. Sin embargo, a la hora de hablar de tecnología, son ciegos fanáticos de una marca y la defienden como a su propia madre si alguien se atreve criticarla.
“Como ocurre con los equipos de futbol, artistas y bandas musicales, los gigantes tecnológicos tienen sus seguidores a ultranza, quienes los defienden en cualquier ocasión, compran sus productos y sienten que cambiar de marca es una traición”, publicó esta semana el periódico argentino La Nación en un artículo llamado “Soy tu fan: las compañías tecnológicas también tienen sus grupies”. La nota habla sobre cómo estas personas defienden valores y atributos de marcas o tendencias de software de forma apasionada.
“Una cosa es ser fan y otra muy diferente es ser groupie. La primera espera a sus ídolos en el aeropuerto, muestra letreros gigantes afuera del hotel donde se hospedan y acampa fuera del estadio. Para la segunda, lo anterior es juego de niños: no sólo los idolatra, también los conoce, convive con ellos, viaja con ellos y hasta ¡se acuesta con ellos!… abandonan su vida para ofrendarla a sus ídolos”. Esta definición, escrita por Rubén Castro y publicada por El Universal en 2007 como introducción en la nota “Chicas más allá del rock: las groupies”, tiene –en casi todos sus términos– validez para estos groupies modernos: los “tecnogroupies”.
“Los efectos de la propaganda a favor del consumo producen fascinación por ciertos objetos ya que estimulan el deseo de poseer lo que cree que es lo mejor y, por lo tanto, la idea de que tenerlo es ser mejores. Si a esto le sumamos las rivalidades intrínsecas entre compañías, el usuario queda cautivo de un marca y debe actualizarse de manera rápida para estar al día”, explicó a La Nación Graciela Steinberg, de la Asociación Psicoanalítica Argentina. Steinberg habla de buscar la seguridad no sólo al poseer ese objeto si no también como una necesidad de pertenecer a un orden determinado.
Para Steinberg, “los fanatismos por tal o cual sistema, además de sostener el mercado de consumo, generan una corriente de veneración de estas empresas o de sus líderes”.
La histórica disputa entre las PC y las Mac de hace más de dos décadas, se ve continuada hoy en el mundo tecnológico con rivalidades en el mundo de los teléfonos (Samsung, LG, Apple, HTC) en el universo del soft para móviles (Android, iPhone, Windows Phone), entre las consolas de juegos (PlayStation, Xbox) y entre los juegos mismos (FIFA o PES).
La nota completa en La Nación.
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