Santiago, Chile.- La industria del marketing busca que sus productos y servicios se queden en la mente del consumidor. Pero para conseguirlo, es necesario llegar primero al corazón. ¿Cómo hacerlo? A través de historias, porque una escena, sin un hilo conductor, puede ser comprendida de muchas maneras distintas, en cambio un cuento completo apelará a varios factores que nos hacen recordar un concepto general. Así, el storytelling pasa a tener un poder gravitante a la hora de conectarse con el cliente.
¿Por qué Coca Cola ha influido en generaciones por su publicidad? ¿Por qué los memes de redes sociales que más gustan son los de las simples ilustraciones de “qué queremos”? Sencillamente porque hay una historia completa recordable que, en algún punto nos toca en lo personal. Mientras el gigante de las bebidas de fantasía nos relata historias sobre la felicidad- con inicio y final- los memes nos recuerdan acciones y situaciones cotidianas.
Otro punto importante, aquel que le da fuerza al storytelling, es la generación de magia con una creación, elemento cautivante para el público. Un ejemplo de esto, que se ha llevado todos los aplausos durante años, es el comercial de La Fuerza de Volskwagen. ¿Te has preguntado por qué lleva más de 60 millones de visitas en tres años? Es divertido, sí; es creativo, sí; pero lo más importante es que la historia completa reúne una serie de elementos mágicos que, juntos, cierran un círculo imposible de olvidar.
La obsesión del niño por crearse un personaje (¡quién no la ha tenido de niño!), la frustración porque la magia no funciona, la complicidad de los padres y el “regalo” mágico que ellos le dan al niño, por medio del producto que lo potencia. Si hoy, sólo nos mostraran la escena final, incluida la música, reconoceríamos la marca, porque el ejercicio mental de recordación es muchísimo más fácil.
Pensar en storytelling es ir más allá de un mensaje, es llegar con su poder a la emoción del consumidor.