Tomar una decisión como la de cambiar de empresa no es una tarea fácil, sobre todo si tenemos amigos, hemos recibido buen trato, el ambiente laboral es bueno, pero no tenemos hacia donde movernos, necesitamos ganar más, plantearnos nuevos objetivos, nuevos retos y es por ello que tenemos que movernos a otra empresa.
Pero también pueden influir otros factores como el no llevarse bien con el jefe directo, con los compañeros de trabajo, el ambiente es malo, sentimos que nadie nos escucha y el sueldo prometido pues simple y sencillamente no aparece, también será un claro indicador de que necesitamos un cambio a otra organización.
Entonces llega el momento del análisis, de evaluar qué es lo que pretendemos dentro de la organización, o tal vez no haya para donde hacernos y como el mercado laboral en estos momentos está muy complicado, pues mejor optamos por quedarnos que al fin y al cabo tenemos un sueldo seguro.
Como podemos observar, resulta muy complicado tomar una decisión en relación a un cambio de empresa, pero existen ciertos indicadores que nos pueden auxiliar al momento de efectuar un análisis sobre el cambio de organización y que son los siguientes:
- Tus evaluaciones no han salido como esperabas
Por lo general, las empresas efectúan un ejercicio de evaluación anual por empleado y con base en ello determinan el rango de incremento salarial o si merecen una promoción al siguiente nivel jerárquico. Cuando uno siente que hizo todo lo posible para ser promovido al siguiente nivel y esto no ocurre, debemos considerar seriamente salir de la organización porque está latente la posibilidad de quedar estancados en una misma posición por un largo período de tiempo. Siempre habrá otro lugar donde podamos demostrar nuestro verdadero talento y sobre todo que lo sepan apreciar.
- Cumplimos el ciclo
Cuando ingresamos por primera vez a una compañía, por lo general establecemos metas sobre el tiempo que vamos a permanecer en ella, esto considerando diversos factores como la edad, si somos solteros, tenemos dependientes económicos, si queremos una estabilidad laboral a corto o mediano plazo, si queremos únicamente adquirir experiencia aunque sacrifiquemos sueldo y una vez que logramos lo que nos propusimos, será momento de buscar nuevos horizontes debido a que nuestro ciclo laboral se ha cumplido. Ha llegado el momento de establecer nuevos objetivos, nuevas metas y sobre todo querer aprender cosas nuevas que incrementen nuestras habilidades técnicas.
- La compañía entró en crisis
Si sabemos que la compañía tiene problemas financieros, nos deben alguna que otra quincena, nos enteramos que los socios están planeando vender la empresa, hay cortes de personal y todo es incertidumbre dentro de la organización; es momento de empezar a buscar por otro lado, porque seguramente las cosas van a empeorar y nos podemos quedar sin el ingreso que necesitamos.
- No estoy a gusto
Si odiamos el lugar en el que trabajamos, todo el tiempo estamos de malas, no nos llevamos bien con los compañeros del equipo, sentimos que todo el mundo está en nuestra contra y buscamos cualquier motivo, por pequeño que sea, para discutir con el jefe directo, no son más que indicadores de que ya no debebemos estar en ése lugar, porque el desgaste constante al que nos estamos enfrentando, tarde o temprano se reflejará en nuestro aspecto físico y emocional, por lo que desintoxicarnos y respirar otros aires, será el mejor remedio a nuestros males.
- No me han incrementado el sueldo
Dicen que al buen entendedor pocas palabras, así que un estancamiento en la parte salarial, por más de un año, también puede ser un síntoma de que algo anda mal. En este caso hay que establecer una adecuada comunicación con el jefe inmediato, pues si no está a gusto con nuestro desempeño, considera que no estamos dando buenos resultados o no existen elementos para detener los incrementos salariales, es momento de tomar una decisión y dejar la compañía para aceptar nuevos retos y tratar de demostrar que mis anteriores empleadores estaban equivocados.
Es normal que una persona tenga miedo al cambio, sobre todo en el aspecto laboral, pero si es para mejorar tanto en el aspecto personal como en el profesional, no debemos dudar y afrontar lo que venga, tenemos que apostarle a nuestro talento y dejar que nuestro trabajo hable por nosotros, pues es la mejor herramienta que tenemos para asegurar el éxito.
