Una personalidad magnética, tal como se comentaba en la primera parte de este artículo es una de las mejores herramientas con las que se pueden contar a la hora de hacer marketing personal en el trabajo (y en cualquier otra área), y aunque no todos nacemos con ella (algunos afortunados la tienen desde la cuna), el resto puede desarrollarla o afinar su conducta y actitud para lograr destacar en la oficina de forma positiva.
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Estos son algunos de los hábitos que pueden contribuir a lograrlo:
6. Mantén la mente abierta
Quienes se cierran a cualquier idea nueva o diferente a las que ya tienen, suelen asociarse a personas que piensan igual, por ende no se dan la oportunidad de crecer y conectar con nuevas oportunidades y personas que pueden brindarte otras visiones profesionales o personales.
7. Evita expresar todo lo que piensas
Quienes tienen una personalidad magnética, entienden que no vale la pena decir cosas innecesarias, especialmente si no aportan nada positivo o pueden ser comentarios desagradables. Aunque sea cierto (y te mueras por decirlo), si no tienes nada bueno que decir, no lo digas. Para eso siempre hay tiempo, pero retirar lo que se ha expresado no es tan fácil.
8. Ayuda por el placer de hacerlo
Los mejores networkers ayudan a otros sin esperar nada a cambio. Dar, en todas sus formas, no sólo puede que te sea retribuido en otros momentos por aquellos que se sienten agradecidos, sino que hace más feliz a quienes lo hacen.
Un estudio de la Universidad de Wisconsin, publicado en el la revista American Review of Public Administration, mostró que ayudar en el lugar donde se trabaja, no solo mejora el ambiente laboral sino que contribuye a que quien lo ejecuta se sienta más satisfecho con su trabajo.
Mientras que otro estudio sobre el poder del altruismo llevado a cabo por Donald Moynihan, investigador La Follette School of Public Affairs, reseña que ayudar a otros hace más feliz, porque para muchos opera como parte de su sistema psicológico de recompensa. Y para cerrar la idea, la felicidad hace más atractivas a las personas. A lo que se suma
9. Utiliza los fracasos como oportunidades de crecimiento
La gente admira a quienes crecen desde el fracaso y no se dejan ‘tragar’ por las circunstancias negativas. No significa que no se puedan tener sentimientos de tristeza o decepción cuando algo no sale como se esperaba, sino de la actitud con la que se enfrenta el mal momento.
Piensa en lo que se puede aprender de ello. Agradece lo positivo que puedas sacar de la situación y levántate para seguir adelante. Los demás lo notan.
10. Brinda halagos sinceros a los demás
Reconocer lo positivo en el otro, de forma genuina y sin excesos, será bien recibido. Felicita, realiza un cumplido o halaga a quien lo merece, pero sin sobrepasarte. De igual modo regalar reconocimientos inmerecidos no se recomienda. Lo notan tanto quien lo recibe como los que están alrededor y ya se sabe la opinión que se tiene sobre ese tipo de comportamiento en la oficina (y en cualquier otro ambiente).
Ejemplo de conductas, que al convertirse en hábitos podrán acercar a quien las utilice, a tener una personalidad atractiva que juegue a su favor, pero siempre tomando como base la consideración por el otro, en una relación ganar-ganar, en el desarrollo del personal branding.