Santiago, Chile.- Casi todas las industrias involucran un factor determinante para el éxito: a otras personas. Por ello, siempre es importante estar alertas con la forma en que nos dirigimos a nuestros clientes. Hay  4 cosas que jamás debes decir a tus clientes.

Uno puede casarse con el cliente, en el buen sentido, pero a ratos lo que hacemos es cazarnos con declaraciones como las siguientes:

Puedo ofrecerte todos los servicios que necesita tu empresa. Esta aseveración siempre será una mentira. Puedes tener la intención de hacerlo y mostrarte como una persona sumamente positiva, pero tu cliente requiere mucho más de lo que te imaginas. Si das una idea de súper empresa y no puedes responder como tal- que es la situación más común- habrás generado falsas expectativas y el cliente puede sentirse, a lo menos, estafado. La recomendación es decir que conoces otros profesionales que pueden cubrir las necesidades que tú no cubres.

La verdad es que he tenido resultados increíbles. Mostrar todo lo que sabes “hablando” no hace otra cosa que provocar desconfianza en los demás. Aunque des ejemplos, la imagen de soberbia no es grata para nadie y siempre queda dando vuelta la idea de si “cumplirá todo lo que promete”. Es mejor no comprometerse e ir paso a paso, día a día, demostrando tu experiencia.

Mi propuesta te va a encantar. Si comentas algo similar a esto, es probable que tu cliente se sienta avasallado. Y ¿si no le gusta tu idea? Habrá entonces un punto en contra. Varias propuestas son mucho más positivas que una “idea genial” en la que el cliente no ha participado. Si le das a elegir, lo más seguro es que elija “una de tus ideas” y con algunas modificaciones, la haga sentir suya. Nada mejor que eso.

Estoy seguro de que tu problema es tal y cual. El cliente no necesita que le enrostren cuáles son sus problemas. Por lo general los conoce y detallárselos es una pérdida de tiempo. Las posibles soluciones es lo que él o ella buscan. No peques de sabelotodo y pregunta cuáles son sus aspiraciones, sus metas y en base a eso dale la oportunidad de descubrir cómo puedes ayudarlo. Si la solución surge en conjunto. Mejor aún.

Estas son las 4 cosas que jamás deber decir a tus clientes, pero puede haber más. Sólo debes ponerte en los zapatos del otro y pensar cómo te caerían ciertas declaraciones.