Este fin de semana Happy Marmalades inauguró sus nuevas instalaciones de producción. Para muchos de nuestros lectores, se trata de una marca desconocida, que poco tendría que hacer frente a los gigantes de las mermeladas como McCormick o Smucker’s. Sin embargo, como caso académico de éxito, es un ejemplo de la nueva economía y derrumbe de mitos mercadológicos que imperan en Latinoamérica.
Cuando hablamos de industria de garage, pensamos inmediatamente en tecnología y en específico en los casos clásicos: Apple, Hewlett Packard y Dell (aunque esta es más de dormitorio). La imagen de la clásica cochera californiana de Palo Alto, es sinónimo del emprendeurismo de los años ochentas. Sin embargo la simple idea de la tecnología al alcance de los jóvenes ingenieros, nos refiere a las empresas que se volvieron gigantes ¿fabricar mermeladas en el siglo XXI, difiere de este proceso?
El mercado de los productos gourmet ha crecido de forma constante, en los EEUU a razón de 7.5% anual, mientras que en Europa la cifra se ubica alrededor del 5% anual. Los productos que se ofrecen, se pueden dividir en cuatro categorías: bebidas, dulcería, condimentos y quesos.
Pese a la imagen de un flujo de productos de Europa a América desde la época de los establecimientos llamados Ultramarinos, actualmente, este flujo es en ambas direcciones, consecuencia de la llamada globalización y de los avances en la comunicación.
Entre las ventajas competitivas de los productos gourmet mexicanos de exportación, encontramos la originalidad de los sabores, la elaboración artesanal, el uso de materias primas orgánicas y de recetas originales que han pasado de generación en generación. Sin embargo, existen debilidades de estos productos en el mercado global, tales como la variabilidad de la calidad, la capacidad de producción y el tiempo de entrega, consecuencia de las barreras burocráticas.
Un factor de éxito de estos productos es la imagen que difiere de la oferta estética en los estantes extranjeros, tanto los moles artesanales con profusidad de color en su empaque, como los productos con etiquetas simples y de uso casi universal por la simpleza de la tipografía, los colores y la información.
A diferencia de los productos de las grandes firmas, los productos gourmet utilizan canales como las redes sociales, blogs y páginas en Internet para promocionarse. Principalmente, el costo es el factor que domina en su selección, una vez que no es comparable a un anuncio en radio, televisión o periódico; y la audiencia acude a estos medios “modernos” para buscar sabores, olores y texturas distintas.
En menos de un año después del diseño de la marca, Happy Maramalades, exporta a Europa, sabores como Mango, Guayaba, Jamaica y Papaya-piña, utiliza activamente Facebook, Twitter y un blog gratuito. Pero, mantiene su toque familiar, de la madre que utiliza los productos de su jardín para la producción de conservas. Como dato adicional, aprovecha el bajo índice glucémico de la fructosa que convierte al producto en apto para diabéticos, considerando que más de 10 millones de Mexicanos tienen esta enfermedad crónica o tienen tendencia genética a ella.
¡No te desconectes, come mermelada y sé feliz!