Sin duda una de las tecnologĆas que pueden cambiar la manera de hacer negocios como los conocemos, es la impresión en 3D.
Existen infinitas posibilidades de impresión en 3D desde ropa, maquillaje, telas no tejidas con estructuras flexibles, accesorios, aviones de combate britĆ”nicos con algunas piezas impresas en 3D , prótesis de brazos, modelos de ciudades y estadios, zapatos deportivos, prototipos de autos concepto, reconstrucciones de estatuas y monumentos, tejidos humanos, juguetes desde apps para niƱos, escenas de crĆmenes, joyerĆa,Ā chocolates, discos de vinyl, la lista crece cada dĆa.
La semana pasada en Florida, uno de los partners mas importantes de Hewlett Packard (Grant Sadowdsky) lanzó oficialmente su servicio de soluciones de impresión en 3D con un amplio espectro de posibilidades para atender servicios de manufactura, pequeños negocios e incluso usuarios caseros, haciendo que finalmente el costo de esos servicios esté al alcance de todos, reduciendo desperdicio, costos y acelerando ciclos de producción mediante programas de leasing, entrenamiento, mantenimiento y partes, que usualmente no se encuentran disponibles cuando se compra una impresora 3D high end suponiendo que tengamos una. Sus servicios incluyen una amplia gama de materiales, incluyendo plÔsticos, metales y cerÔmica con propiedades mÔs complejas para manufactura y mejor tolerancia a la tensión y al calor.
Según la consultora Canalys, el mercado de impresión en 3D crecerÔ desde USD$2.5 billones en 2013, hasta USD$16.2 billones en 2018.
Es hora de considerar muy seriamente si lo que hacemos en nuestro negocio, o si alguno de nuestros procesos puede ser sustituĆdo por servicios de impresión en 3D antes que el futuro nos alcance y nos agarre mal parados.