Cualquier punto que produzca una fricción en nuestra vida diaria, es una oportunidad para Google, es toda una infraestructura que constantemente se puede acoplar a nuestras vidas, regresándonos un poco de nuestro tiempo para que podamos decidir qué hacer con él.
Con el empleo de “Material Design”, Google está construyendo una segunda realidad dentro de nuestros dispositivos con el fin de poder desplegar la información que necesitamos en el momento más oportuno, empleando sus propias reglas, su propia lógica y física.
Durante su conferencia anual Google I/O 2014 (siglas que significan “Input/Output”, o “Innovation in the Open”), Google demostraba una serie de aptitudes para el futuro cercano, ¿Es Google una barra de búsqueda dentro de un navegador que vive en una LapTop? ¿Es un Tablero dentro de un auto? ¿Es una Tablet Android empleada para controlar una TV Android? Es un botón azul dentro de un smartwatch? Muy pronto Google no será simplemente entendido como “Chrome” o “Android”, sino que será un conducto de información desplegable en el momento preciso, en la pantalla correcta. Al revisar tu smartwatch en un aeropuerto desplegará el status de tu vuelo, al revisarlo en la oficina podrá avisar sobre las tareas más urgentes, el e-mail más importante o desbloquear tu laptop; si dejas un email a medias, tu teléfono lo desplegará con el cursor exactamente donde te quedaste redactándolo.
Material Design será incorporado en su nuevo sistema operativo Android L, como una interfaz que englobe a todos los dispositivos donde Android esté presente mimetizándose también en nuestro mundo análogo.
Todos estos cambios tecnológicos entre otros nos orillan a mantener el paso, a ser expertos surfeadores de la web, compradores en línea, administradores del espacio y métodos de respaldo de nuestros diferentes dispositivos, administrar eficientemente contraseñas, bookmarks, keychains, suscripciones, anchos de banda adecuados, canales, cupones, servicios, asistentes virtuales, privacidad, respaldos en la nube, y tener un ojo crítico para escoger las tecnologías con las que nos vamos a casar en nuestro hogar y oficina, para mantener un ecosistema tecnológico que no sea un dolor de cabeza administrar, ni suponga contratiempos de seguridad. Como diría el Buki… “A dónde vamos a paraaaar”.
