Santiago, Chile.- Cada día buscamos los secretos a voces de quienes se proclaman como “gurús” del marketing digital Pero, nos olvidamos que todos podemos serlo en nuestras cuentas, si estamos atentos al producto, la estrategia y los seguidores (todos diferentes, de cuenta en cuenta). Comparto contigo algunos secretos a voces que puedes haber olvidado o que aún no conoces si estás comenzando en este negocio tan apasionante.
Deja que fluya, sin presión. Olvida la muestra obsesiva de productos y promociones, comparte, escucha y disfruta de tu trabajo en redes. La honestidad en la comunicación es lo primero.
Contenido y conversación. Buen lenguaje, buenos códigos, entretención y sorpresa son buenos elementos para entablar una relación con tus seguidores. El contenido es fundamental, si no lo tienes, el silencio es mejor.
Busca la forma de ser interesante, ser escuchado. Escuchar lo que dicen tus seguidores y comentar es un tip básico para establecer una buena comunicación. Recuerda que en lo “social”, la necesidad primordial es compartir. Es la base del éxito en el marketing digital.
Elegir algunas redes, no todas. Elige las redes sociales que más se adecúen a tus objetivos. Conocerlas es fundamental para tomar una buena decisión. No te guíes sólo por lo que los demás consideran que es lo adecuado. Estudia a tu público. De pronto una fotografía en redes como Instagram o Pinterest, de acuerdo a tu producto, pueden ser mucho más efectivas que un comentario que nadie registre en FB.
Dar y recibir. Por favor no uses robots. Estar presente, dar y recibir es la consigna.
Se honest@. No prometas lo que no puedes cumplir. Acepta errores. Muéstrate humano. Eres la cara de la empresa y eso implica una persona, más allá de la institución.
No olvides la estrategia conjunta. Una estrategia digital implica más que redes sociales, no te quedes sólo en éstas.
Crea un personaje. La persona tras las redes debe tener un carácter definido, que represente a la empresa, pero que idealmente sea único y reconocible. Cuida el tono y el contenido, pero asócialo con un personaje atractivo.
Define tu acción como un pensamiento digital. ¿Cómo hacerlo? Debes ir más allá de la herramienta, potenciando cada acción como un pensamiento que se proyecta y se difunde, por su importancia.