Es cierto que una parte de los líderes tienen ese don innato del liderazgo. Son personas a las que dirigir, se les da de forma natural, pero ello no significa que, aun cuando otras no lo posean tan ‘naturalmente’ no puedan ser exitosos como líderes. El liderazgo puede aprenderse y mientras más oportunidades se dé uno mismo para asumir responsabilidades como líder, más natural será el rol desempeñado.
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Cuando se piensa en las cualidades de un gran líder, muchos pueden señalar directamente la toma de decisiones, su rapidez para asumirlas, para enfrentar grandes disyuntivas, o decidir bajo mucha presión, pero más allá de eso, existen claves como las citadas en HubSpot, sobre las actividades del día a día, que contribuyen a que los líderes puedan ejercer su tarea con eficacia.
Para quien desee ganar maestría en el ejercicio del liderazgo, he aquí 9 claves que pueden aplicarse desde hoy:
1) Tomar Decisiones
Se debe tener el coraje de tomar decisiones. Tal como se mencionó anteriormente, es cierto que el líder debe ser una persona decidida, pues enfrentará momentos de gran presión por tiempo o importancia sobre lo que decidir y debe asumir una posición, incluso aunque luego sea la opción equivocada.
Es importante mantener la calma y confiar en uno mismo, aunque se esté inseguro internamente, es necesario transmitir confianza al equipo.
2) Liderar con el Ejemplo
Parece sencillo pero no siempre lo es. Y muchos líderes fallan en esto. No se puede exigir al equipo, lo que no se aplica a la conducta de uno mismo. Hay que pensar lo que se hace y recordar que como líder siempre se es observado por los miembros del equipo, por lo que hay que dar el ejemplo.
3) Hacer preguntas
Un buen líder siempre hace preguntas. Tanto para mejorar en su rol, como para que mejoren los otros. Aunque por fuera parezca que lo sabe todo, un líder exitoso es aquel que pide consejo para mejorar y ser más eficaz.
No es negativo preguntar a los miembros del equipo, sobre qué harían en determinadas situaciones. No por ello se pone en jaque el status de líder, sino todo lo contrario, se brinda empoderamiento a los subalternos y se valora sus opiniones, lo que le hace un mejor líder.
4) Provee Feedback continuo y constructivo
Los subalternos valoran el saber que sus líoderes le prestan atención a lo que hacen y les dan feedback durante el proceso. No se trata de críticas negativas, sino de comentarios constructivos (“te muestro una forma más sencilla de hacerlo” en vez de “está mal, hazlo así”), que ayuden al empleado, por ejemplo, a realizar mejor sus labores. Ser un buen líder no sólo implica dar feedback, sino crear una relación de confianza con los miembros del equipo, para que estos puedan también hacer sus observaciones a quien dirige.
Además es necesario equilibrar las observaciones, pues se suele hacer hincapié en lo que hay que solucionar y se pasa por alto lo logrado.
5) Enseña
El trabajo de un líder efectivo es enseñar. Y debe ser una parte divertida de las labores, pues como líder, también se debe estar abierto a aprender. Los grandes líderes se toman tiempo para enseñar a sus colegas y miembros del equipo, especialmente aquellos que destacan, para convertirse incluso en ‘mentores’. El líder debe inspirar.
Ronald Reagan lo explicaba muy bien con esta frase: El mejor líder no es necesariamente el que logra las mejores cosas. Es el que logra que las personas hagan las mejores cosas.
6) Delega
Los grandes líderes no pueden asumir todas las tareas, deben saber delegar para ser más efectivos y eficaces. Los miembros del equipo esperan por instrucciones, y parte de delegar es darle a los subalternos herramientas para que ellos también puedan destacar.
La responsabilidad del líder es asegurarse de que todo lo que se debe hacer esté cubierto, y es improbable que esto lo logre una sola persona, aunque esta sea el líder.
Por otro lado hay que mantener en claro que no se debe sobrecargar al equipo tampoco, con exigencias poco razonables, existe una línea delgada entre ser bueno delegando tareas y ser un ‘mandón’ que sólo emite órdenes.
7) Realiza ejercicio.
Esta comprobado que hacer ejercicio ayuda a que la gente sea más exitosa. Ayuda a despejar la mente, mejora las capacidades cognitivas e incrementa las endorfinas. Brinda mayor energía para enfrentar el día a día. El ejercicio regular contribuye a que los líderes se mantengan enfocados y listos para actuar.
No hay excusas. Las opciones son múltiples. Hay que sacar tiempo para ello.
8) Desconecta
Ser consumido por las responsabilidades del trabajo es lo que suele suceder a los líderes. Y aunque es necesario estar disponible gran parte del tiempo, también es necesario aprender a desconectar. El desconectar refresca la mente y renueva la inspiración.
SE deben planificar actividades de entretenimiento que no estén relacionadas con el trabajo, deje de ver el teléfono un par de horas, o no revise el correo de la oficina el domingo. Dese un tiempo para estar a solas o haciendo lo que más le guste. Se lo merece.
9) Duerme
La gran mayoría suele esperar que los líderes realicen sus tareas a toda hora y en todo momento, pero ello no significa que no deban dormir la cantidad de horas necesarias. Todo lo contrario, la falta de sueño es contraproducente, pues reduce la creatividad, la confianza, afecta negativamente el proceso de toma de decisiones, nubla la mente, se pierde capacidad de fijarse en los detalles y hace propensa a las personas a no trabajar de forma eficaz y eficiente. Con estas condiciones, no se puede esperar ejercer un buen rol de liderazgo.
La cantidad de sueño necesaria dependerá de cada uno, pero debe tratar de cumplirse tanto con la cantidad de horas como con la calidad de sueño que se logra, para estar en la mejor forma posible. Se recomienda tener horarios estables para acostarse y levantarse, incluso durante los fines de semana.
Nueve claves que, aunque aplicadas a los líderes, pueden ampliarse a cualquier profesional que desee desempeñar mejor sus funciones (y muy especialmente) si entre sus objetivos, está el de convertirse en un futuro, en el líder de un equipo de trabajo.