Lucrar con el trabajo creativo de otras personas tal vez sea la mayor falta ética que puedas cometer en tu profesión… ¿o a ti te gustaría que otros obtuvieran ganancia de lo que tú haces? Sigue estas recomendaciones para evitar esta penosa situación.

1. Si no eres el autor, jamás digas que lo eres
Inspirarse en otros autores te ayudará a mejorar tus habilidades y enriquecer tu trabajo, pero ello no implica que puedas decir que eres el autor original.

2. Sé consciente de tu trabajo
Si eres autor siempre sabrás reconocer de dónde vienen tus influencias. Cuando generes tus propias creaciones podrás diferenciarte para evitar el plagio.

3. Imítate e inspírate en ti mismo
¿Qué tal si vuelves a hacer un proyecto que habías generado tiempo atrás? Reencontrarte en tu propia obra te ayudará a entender qué tanto has crecido.

4. Distingue entre copiar e imitar e inspirarse

– Copia: Es una reproducción idéntica de otra pieza creativa.
– Imitación: Implica trazos o formas similares sin llegar a ser idéntica al original.
– Inspiración: Representa una producción original que sólo evoca a otra creación.

¿Y cómo evitar que te plagien a ti?

1. Usa marcas de agua
La forma más usual y obvia de prevenir que tus diseños sean copiados es usar una marca de agua.

2. Publica tu obra en portafolio
Muestra tu trabajo en público en tu portafolio y en demás espacios, como blogs. Mantén actualizado tu portafolio.

3. Registra tu trabajo
Registra tu trabajo ante la oficina de derecho de autor o de propiedad intelectual de tu país. Acércate a tus autoridades para conocer su reglas y requisitos.

4. Acuerda con el cliente
En tus contratos debes colocar una cláusula que explique que los derechos de autor serán de ambas partes, una cosa es que paguen tu trabajo y otra que renuncies tu derecho de propiedad intelectual.