La innovación es una de las exigencias más importantes en el mercado actual. Muchas marcas buscan asociar su propuesta a esta codiciada característica; sin embargo, son pocas las que lo logran con éxito. Quizá una de las más representativas de este grupo es Google.
Una investigación firmada por Simon-Kucher & Partners indica que el 90 por ciento de las empresas asegura que la presión sobre el precio es creciente, con lo que el 75 por ciento de las organizaciones asegura que la innovación de productos es la mejor medida para contrarrestar los efectos de dichas presiones.
No obstante, lograr convertir una idea o una estrategia en algo verdaderamente innovador no es nada sencillo. Datos publicados por TNS indican que de aquello que las marcas identifican como ‘innovación’ en su oferta sólo el 15 por ciento corresponden a propuestas que cumplen con dicho concepto, con lo que 82 por ciento se refiere a extensiones de línea y 3 por ciento a relanzamientos.
Google en la cima
Los números anteriores, dejan en claro lo complejo que resulta sorprender al mercado en términos de innovación y aunque el reto parece titánico, la realidad es que existen algunas organizaciones que han logrado asociar su ADN a esta preciada cualidad.
Google es uno de los casos más emblemáticos. En la edición de este año del Ranking de las Empresas más innovadoras del Mundo firmado por Boston Consulting Group (BCG), el gran buscador se colocó a la cabeza superando a Amazon, Apple, Microsoft y Samsung.
En buena medida esto tiene que ver con la gran cantidad de presupuesto que destina a la generacion de nuevos productos y servicios.
Tan sólo durante 2017, estimaciones de Statista indicaban que Google habría invertido 16 mil 625 millones de dólares en Investigación y Desarrollo.
Si bien la firma destina cifras millonarias en I+D, lo cierto es que esto no es suficiente para garantizar el éxito.
La fórmula ganadora
La empresa ha desarrollado una fórmula con la que se cree en la innovación como un sistema capaz de replicarse para mantenerse siente a la vanguardia.
Así lo demostró Eric Schmidt, ex presidente ejecutivo de Google, durante una entrevista para The Tim Ferriss Show, en la cual aseguró que la innovación puede ser leída y aplicada como un modelo sistemáticoaplicando un principio simple diseñado por el cofundador de Google, Sergey Brin.
Se trata de la regla 70/20/10, la cual según su autor dicta que “si una empresa quiere abrir camino en su industria cuando se trata de ideas y productos novedosos, debería invertir el 70 por ciento de sus recursos financieros y mano de obra en los productos que ya funcionan bien, el 20 por ciento en ideas nuevas que son ‘de bajo costo’ y el 10 por ciento en apuestas salvajes, extravagantes”.
La idea parte del principio del marketing asimétrico que tiene que ver con experimentar con riesgos controlados, para encontrar nuevas rutas de desarrollo para un negocio con resultados exponenciales.
En momentos de gran competencia como la que caracteriza al mercado actual, las marcas están obligadas a buscar rutas distintivas que les permitan explorar nuevas (y quizá mejores) líneas de negocio.