México, DF.- Cualquier negocio requiere de medir los resultados de sus diferentes estrategias, a través de un sistema de métricas que permita tener visibilidad clara y confiable sobre los procesos y su funcionalidad. Por ello, Jorge Rodríguez, consultor de Pink Elephant explica 7 pasos para tener un buen sistema de medición.
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1.- Definir lo que debemos medir. Se debe hacer un análisis previo y puntual de qué es lo que se debe medir para conseguir resultados que ayuden a comprender de mejor manera el funcionamiento actual de los procesos, de modo que se puedan detectar oportunidades de mejora o errores que, de ser corregidos, harán que los procesos funcionen con mayor eficiencia.
2.- Definir lo que es posible medir. Existen diversos factores que al ser evaluados pueden arrojar información de valor para crear mediciones precisas, éstos tienen como característica su cuantificación y su correlación en el desempeño que el proceso o proyecto evaluado esté teniendo en el momento de la medición. Entre estos factores podemos encontrar: velocidad, tiempo de desarrollo o implementación, costo estimado.
3.- Recopilación de datos. Para tener un sistema ordenado se debe establecer a los encargados de la recopilación de datos, así como el método y el momento adecuado para que esta tarea se lleve a cabo, es decir, ¿quién recopilará, cómo, cuándo?
4.- Procesamiento de los datos. La confiabilidad de los datos dependerá directamente de la frecuencia con que se realicen las mediciones, el formato, la calidad de las métricas, el sistema y la colocación del equipo de medición. Con el fin de mantener la precisión, será necesario verificar los medidores de forma regular y recalibrarlos según sea necesario.
5.- Análisis de los datos. Al obtener la información que las mediciones revelan, se pueden establecer directrices para implementar mejoras, así como para reconocer tendencias y aprovechar de mejor manera las oportunidades que se presentan. Un sistema de métricas que ha cumplido su función es aquél que, a partir de su implementación, proporciona los datos necesarios para prevenir fallas, detectar oportunidades de mejora y tener control en los procesos.
6.- Presentación y uso de la información. Los datos que se obtienen a partir de las mediciones son el diamante en bruto para establecer nuevas estrategias sustentadas en el aprovechamiento pleno de la información arrojada, de tal manera que estos datos puedan generar planes de acción que mejoren las actividades del negocio.
7.- Implementación de mejoras. El último paso es poner las estrategias en marcha y monitorear el avance de éstas, así como buscar continuamente en qué se pueden mejorar a través del reajuste de las mismas.