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Algunas de las malas ideas para ejecutar en tu trabajo se expresan desde las palabras o frases que emites.
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Relacionarte con clientes es tener toda tu atención puesta en ellos, escuchar cuidadosamente lo que dicen y necesitan.
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Generarás desconfianza si no le dedicas el tiempo y esfuerzo necesarios a tu labor como creativo del marketing.
No importa si eres un profesional del marketing o de la publicidad que se desempeña en la modalidad freelance o estás empleado en una empresa, necesitas proyectar la mejor actitud para que el resultado de tus proyectos creativos sea el óptimo.
Para que tu labor tenga los resultados que esperas, lo ideal es que evites expresarte de ciertas maneras que no abonan a una buena actitud y una verdadera proyección creativa de tu trabajo.
Algunas de las malas ideas para ejecutar en tu trabajo se expresan desde las palabras o frases que emites, a continuación se enumeran siete expresiones que es mejor que aprendas a erradicar de tu lenguaje.
1. “Yo lo puedo hacer más barato”
Adaptar tus precios de una manera indiscriminada o al primer regateo no te hace ver precisamente como un profesionista flexible, sino como un te hace ver como un creativo poco profesional que no cree del todo en sus habilidades.
2. “No soy el mejor mercadólogo”
Decir cosas así no es buena idea ni para los falsos modestos ni para quienes no creen en su trabajo. Y sí, de seguro hay muchos profesionistas con mayores habilidades que tú, pero denotarlo demuestra falta de seguridad propia y con ello no generarás la confianza deseada en en quienes serán tus clientes.
3. “Mi labor creativa es complementaria”
Ni importa qué otras vocaciones seas capaz de desarrollar, el hecho es que tampoco generarás confianza en un posible cliente si aparentemente que no le dedicas a tu labor como creativo del marketing el tiempo y esfuerzo necesarios.
4. “Trabajo desde mi cama”
Mejor siéntate a trabajar y verás cómo erradicas desidia y otras distracciones. Si eres freelance es probable puedas darte concesiones como esta, pero no tienes por qué dar demasiados detalles de tu vida como profesional, mejor guárdatelos como parte de tu secreto profesional.
5. “No sé como se hace”
Es muy probable que no sepas desarrollar ese proceso creativo que te han señalado y así, del mismo modo, haya muchas cosas que debes aprender sobre tu profesión, pero lo mejor que puedes hacer al aceptar un proyecto que no dominas es agregar un simple “pero averiguaré cómo hacerlo”.
6. Palabras altisonantes
No a todos les gusta escuchar palabras fuertes, evítalas siempre que estés frente a clientes y en labores propias de tu trabajo. Es una cuestión de respeto hacia los demás y también es un acto de sentido común.
7. “¿Puedes repetírmelo por favor?”
Relacionarte con clientes es tener toda tu atención puesta en ellos, escuchar cuidadosamente lo que dicen y necesitan. Les dará mucho coraje saber que no les pones la debida atención. Sin embargo, eso no te quita la obligación de preguntar todo aquello que te genere dudas.