Bien dice el dicho “Ni tanto que queme al santo ni tanto que no lo alumbre”, pues todo lo que se haga en la vida de manera exagerada, tarde o temprano nos pasará factura y entonces vendrá el período de arrepentimiento, sin que se pueda hacer absolutamente nada. Y me refiero a que todo en la vida debe ser equilibrio, mantener un balance tanto en la vida profesional como en la personal y con ello lograr una satisfacción total y una felicidad plena, que es a lo que todos aspiramos.
Pasarse 13 o 15 horas en la oficina tal vez nos lleve a una plenitud profesional, pero que tal el otro lado de la moneda, nuestra situación personal, donde tal vez todo puede ser caótico, porque nuestra situación financiera es un desastre, la familia está desintegrada, no hay un interés por los hijos, la casa se cae a pedazos porque no se le da el mantenimiento adecuado y no asistimos a eventos sociales por el trabajo, por mencionar algunas cosas.
Así que, los invito a reflexionar y efectuar un alto en el camino para saber si llevamos una vida equilibrada o necesitamos hacer algo al respecto para lograrlo, y para ello les presento algunas de las formas en las que podemos encontrar ése balance que tanta falta nos hace para alcanzar una plenitud que nos permita tener un mejor desarrollo tanto en lo profesional como en lo personal:
1. Hay que ser precisos con los horarios
La mayoría de las ocasiones en la que nuestra vida se vuelve un caos es porque no tenemos respeto por los horarios que debemos cumplir. Iniciando por el laboral donde generalmente la gente acostumbra a llegar después de la hora, se toman más tiempo en la comida de lo que establece el reglamento y se tienen que quedar a laborar dos o tres horas adicionales para poder terminar las tareas que les han sido asignadas. Y así, pues está muy complicado organizar horarios para poder tener actividades posteriores después de cumplir con la jornada laboral. Si somos efectivos con el tiempo durante nuestra estancia en el trabajo, con toda seguridad nos quedará espacio para realizar actividades que nos pueden servir para relajarnos y llegar con la mejor actitud posible la mañana siguiente, lo que nos hará sin duda más productivos.
2. Disfruta el momento
La gente que se desgarra las vestiduras por errores cometidos en el pasado y que se queda pasmada contemplando como se le escapan las oportunidades, es porque no tiene un buen balance. El pasado sólo nos sirve de referencia, pero ya no lo podemos modificar, en cambio lo que estamos haciendo en estos momentos tenemos que disfrutarlo, vivirlo con todo y pensando que lo que hagamos o dejemos de hacer hoy, podría afectar nuestro futuro, el cual puede estar lleno de satisfacciones si nuestras acciones que promovemos son las correctas.
3. La meditación es fundamental
Debemos darnos tiempo para la meditación, sin que esto signifique ir a un templo, a una montaña, al mar, a un desierto y estar solos para que podamos alcanzar el nirvana. La meditación es tener un rato de introspección y tratar de tener claras nuestras ideas a través de un pensamiento más profundo, más espiritual, menos terrenal y nos sirva para despejar nuestra mente de un sinfín de cosas sin sentido, que sólo están deteniendo nuestro progreso y desarrollo tanto personal como profesional.
4. Transforma el entorno
Mira lo que hay a tu alrededor, tanto en la casa como en la oficina y piensa si el lugar es agradable o si necesitamos transformarlo en un lugar limpio, que nos permita estar cómodos, que nos genere menos estrés. Porque seguramente no le damos la importancia que se debe al lugar donde pasamos la mayor parte del tiempo y podríamos tenerlo descuidado. Revisemos si nuestra casa necesita reparaciones que no hemos atendido y por las cuales no descansamos bien, o si está sucia participar en el aseo del hogar, tenemos que ser más proactivos en ese sentido y no esperar a que otros hagan el trabajo.
5. Realizar ejercicio
La actividad física juega un papel determinante para poder conseguir el equilibrio, pues a través de toda esa energía que logramos desplegar durante la rutina de ejercicio que llevamos a cabo, es una forma de deshacernos del estrés que nos agobia día a día en nuestras actividades personales y profesionales que forman parte de nuestro acontecer.
6. También hay que tener vida social
No sólo de trabajo vive el hombre, también debemos considerar el aspecto familiar que no podemos descuidar por causa del trabajo, así como también la convivencia social que podemos tener con amigos y personas que son afectas a nuestro entorno. Para todo hay que darnos tiempo, desde luego sin caer en excesos o exageraciones.
7. Pon tierra de por medio con tu dispositivo móvil
El grave problema de la actualidad es que jalamos para todos lados con nuestro aparato móvil, para sentirnos a la vanguardia y lo único que hemos conseguido es convivir con un aparato que no siente. Vamos a una comida y todo el tiempo con la interrupción, en la casa ni se diga y para dormir lo cuidamos más que a la esposa. Así está muy complicado tener un buen balance, por lo que dejemos descansar un rato al aparato para que nosotros también tengamos un respiro que nos ayude a tener una mejor convivencia tanto en lo personal como en lo profesional.
Combinar de manera correcta nuestra actividad laboral como la personal, nos llevará al éxito integral, pues ser exitoso únicamente en una de las facetas, no puede llevarnos a una plenitud en nuestra vida, pues debemos tener como objetivo la búsqueda de la felicidad tanto en el trabajo como en la casa. Recordemos que una persona con equilibrio será una persona sana, tanto mental como físicamente y por ende con una generación de mayor productividad, por lo tanto, los líderes y las empresas tienen que ser promotores de la búsqueda del equilibrio correcto en los empleados.