Por Carlos Luer
Twitter: @carlosluer
La posibilidad de abrir un negocio propio está al alcance. Este tema se asocia generalmente a un mayor bienestar, libertad, realización y muchos otros atributos que reflejan el deseo de las personas de trascender profesionalmente. Sin embargo, abrir un negocio no es realmente lo importante, sino lograr que el éste trascienda y perdure en el tiempo como “negocio”.
No entraremos en temas de estadísticas acerca de cuantas empresas abren o cierran en un año. Para mí, estas cifras son irrelevantes a la hora de que tú o yo abrimos un nuevo negocio, ya que nosotros mismos somos los principales responsables de nuestras propias estadísticas.
Emprender un buen negocio no necesariamente requiere grandes cantidades de dinero, iniciar con una infraestructura robusta o inventar el producto más innovador. Lo que si requiere nuestro negocio es que sepamos encontrar una oportunidad, nos preparemos y la aprovechemos adecuadamente.
A continuación comparto algunas consideraciones generales que son importantes para incrementar las posibilidades de éxito en un nuevo negocio:
1. Haz algo nuevo o “lo mismo” pero diferente.
Antes que nada, tienes que tener ya una idea de que quieres hacer. Es decir, una meta a dónde llegar. Muchos negocios se forman y se vuelven exitosos porque saben detectar necesidades importantes y logran elaborar formas eficaces de satisfacerlas, ya sea desarrollando un producto completamente innovador que identifica y soluciona un “nuevo problema” o desarrollando uno que satisface más “eficientemente” una necesidad que otro producto satisfacía anteriormente.
Algo muy importante aquí es no identificar o resolver un problema “equivocado”, es decir, un problema que no es problema para quienes serían nuestros clientes. Así pues, validar nuestras ideas y suposiciones es indispensable antes de abrir cualquier negocio. Por último, recuerda que lo más importante es hacer algo que te guste. ¡Si haces lo que te gusta y perseveras, lo vas a hacer bien!
2. Confirma que tus “clientes” si son clientes.
Relacionado con el punto anterior, tenemos que confirmar desde el inicio del negocio que el producto o servicio que pensamos ofrecer tiene o tendrá eventualmente una base de clientes estable que lo adquirirá. Muchos negocios que fallan, comienzan sin evaluar apropiadamente a su base de clientes, pasando la mayor parte del tiempo en el desarrollo del producto o servicio y cuando salen al mercado encuentran que quienes pensaban que serían sus clientes no compran.
Los negocios exitosos basan su desarrollo en una base de clientes verificados, confiables y buenos pagadores. También te sugiero que tomes el tiempo de desarrollar una estrategia para obtener clientes, la cual valide que realmente hay gente interesada en lo que vas a ofrecer.
3. Equilibrio entre tu plan de negocio y su ejecución.
¡Si claro! Es muy importante tener un buen plan de negocio/marketing en el que basarás el desarrollo de tu idea, pero no olvides que en el papel suele ser, con mucha frecuencia, diferente a la realidad. Por supuesto que es indispensable saber a dónde vas, pero también es esencial ser lo suficientemente flexible para modificar tu plan a la hora en que se presentan contratiempos o cambios en tu entorno interno o externo. Mantén el plan simple y con objetivos fácilmente identificables, medibles, logrables. Ten en mente una foto clara de a dónde quieres llegar y prepárate para seguir un camino. Pero no olvides que en general es importante mantener una mente amplia y un plan abierto para conseguir las metas que te has fijado a largo plazo. Recuerda que, aunque la idea precede a la acción, es a través de la acción que la idea se valida y toma su forma final. Al final, la regla es adaptarse o morir.
4. Optimiza tus recursos.
Estamos en un tiempo ideal para iniciar nuevos negocios, aunque también es una época en la que se dificulta conseguir recursos para la etapa temprana de un nuevo negocio. Es por esto que la habilidad para maximizar y conservar los recursos en una etapa temprana del negocio, incrementan dramáticamente las probabilidades de éxito del mismo. Aún con un presupuesto amplio, las empresas que mejor subsisten, son aquellas que saben administrar sus recursos eficientemente y vivir “por debajo de sus posibilidades”. Resolver y trabajar el problema es mucho más efectivo y eficiente que arreglarlo “con dinero”. Recuerda que las utilidades en una empresa se obtienen generándolas, no “mereciéndolas”.
5. Construye el equipo correcto.
Es importante darte cuenta de cuándo apoyarte en la gente adecuada para las actividades que te hacen perder foco. Ya sean áreas en las que no eres el más competente o actividades que consumen tiempo valioso que podrías invertir en cuestiones más productivas. Construir el equipo correcto implica también hacerlo en el tiempo correcto. Contratando antes de tiempo más gente, puede provocarte una descapitalización y gastos o presiones innecesarias. Recuerda siempre que el gasto/inversión debe ser siempre precedido por una necesidad real derivada de un crecimiento
en el ingreso.
6. Sé un buen comunicador (o consigue uno).
La generación de confianza y la buena comunicación siempre van de la mano. Un buen comunicador es esencial, desde la presentación de una idea a posibles inversionistas, socios o clientes, hasta transmitir buenas noticias para motivar a tu gente o malas noticias para inculcar empatía y sentimiento de responsabilidad. Muy fácil. Si no eres uno, contrátalo. En mi columna “5 tips para presentar una idea” puedes profundizar más en el tema de una comunicación asertiva y eficaz.
7. Consigue un mentor.
El hecho que sea tu negocio, no implica que debas estar sólo. Es muy importante que en una etapa temprana reconozcas que no lo sabes todo, ni eres bueno para todo.
Conseguir alguien que te pueda orientar en tus áreas “flacas” es una excelente forma de tapar las “goteras” de tu negocio. Esto no siempre es posible de conseguir, pero si lo consigues, es una oportunidad dorada, ya que a través de un mentor puedes obtener el consejo de alguien que ya ha estado en la posición en la que estás y que tiene una experiencia importante. Usa tu juicio para determinar si las críticas o consejos ameritan un cambio de dirección. No olvides que al final, solo tú eres el responsable de tu negocio.
Todo esto no es una receta de cocina “infalible”, seguro que hay empresa que han cumplido estos criterios y fracasan, pero en lo general estos puntos te ayudarán a incrementar dramáticamente tus posibilidades de éxito. Me encantaría conocer tu opinión en este espacio. Sígueme en Twitter en @carlosluer y nos estamos leyendo por aquí.