Santiago, Chile.- Nada más difícil que conseguir aumento de sueldo. Siempre habrá excusas para no hacer un reajuste más allá del que corresponde a lo legal, según el país en que vivas. Entonces, antes de hacer una solicitud formal y para que nadie te ponga en la cuerda floja diciendo “si no te gusta, hay otras cien personas esperando tu puesto”, como suele suceder en algunas empresas, es necesario tomar algunas medidas para que no te frustres, ni pases un mal momento en el proceso.
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Mediador. No hay nada más desagradable que jugar al “tira y afloja” con tu jefe y si éste (él o ella) son cercanos a ti, es aún más complicado. Entonces, la solución ideal es entregar la misión de pedir un aumento de sueldo a alguien que sabe manejar acuerdos y quién mejor que el encargado de Recursos Humanos. Si l@ convences de que puede tener más éxito que tú, estarás a un paso de tu cometido.
Razones. Que haces bien tu trabajo, no será nunca una buena razón para un aumento de sueldo. Para eso te contrataron. Por lo mismo debes argumentar con logros anexos, es decir mencionar los éxitos que ha generado acciones que no necesariamente corresponden a tus labores cotidianas. Una idea que dio como fruto una alianza, una conexión que generó un buen negocio o el apoyo a otros departamentos son cosas concretas que, a veces los jefes no ven.
Listado de actividades. Relacionado con lo anterior, es importante realizar un listado de las “otras cosas” que realizas a diario, aún cuando no te corresponda. Habitualmente los directivos no prestan atención a lo que se hace, sino a lo que falta por hacer.
El valor de tu trabajo en el mercado. Debes estar consciente del valor que tu trabajo- bien hecho- tiene en el mercado. Este es un buen punto para negociar.
Pide más de lo que quieras obtener. Esta es una regla fundamental. Las negociaciones, de cualquier tipo necesariamente implican un “regateo”. Si pides lo que necesitas, obtendrás con suerte, la mitad de ello.
El momento preciso. Lo ideal es pedir un aumento de sueldo poco antes de que se revise el presupuesto anual. Si lo haces antes, te pedirán que esperes; si lo haces después, te invitarán a plantear la petición un año más tarde.
Finalmente, nunca se te ocurra decir que, con lo que ganas no te alcanza (es tu problema, no el de la empresa) o comparar tu sueldo con el de otro funcionario. Son dos de las razones menos válidas para cualquier directivo. Ánimo y suerte