¿Qué película será la máxima ganadora en la ceremonia número 94 del Oscar?
Hace un par de semanas, la competencia estaba entre “El poder del perro”, la más nominada con 14 menciones, y “Belfast. Con la victoria de “CODA: Señales del corazón” a Mejor Reparto en los premios del Sindicato de Actores, la mirada se ha ido también al filme que es considerado como la feel good movie de la temporada. Luego está “Rey Richard: Una familia ganadora” que cumple en términos de estructura y cuya factura es clásica, pero que no tiene todas las nominaciones clave. Entonces surge la duda, ¿qué influye para determinar a un ganador? He aquí seis factores clave en determinar a ganador a Mejor Película:
Los valores artísticos
El premio como tal busca reconocer a lo mejor del cine. Entonces, un criterio obvio y abiertos a distintas perspectivas está en qué propone en términos artísticos el filme y que básicamente se pueden resumir a cómo el discurso o la postura del filme sobre un tema está articulado por un guion y a cómo los aspectos técnicos (fotografía, sonido, vestuario, diseño de producción, entre otros) contribuyen a ello. Por ejemplo, para una nominada como “Roma” cómo es que su diseño sonoro, fotografía y diseño de producción determina que el espectador se sumerja en la acción y, por ende, en el viaje de Cleo. En el caso de “Birdman” su estructura en una toma era una manera de enfatizar el viaje del personaje principal.
La taquilla o el impacto mediático
Aunque este no es un factor determinante para definir a un ganador del Oscar le ayuda en tanto refiere a aquello que ha sido de un gusto más popular o que, al menos es más conocido. Entre las nominadas de los últimos años siempre ha habido películas como “No miren arriba” (de lo más visto en la historia de Netflix) o “Duna”, nominadas este año u otras previas como “Joker”, “Bohemian Rhapsody” o “Black Panther”. Entre las ganadoras han estado “Quisiera ser millonario”, “Gladiador”, “Chicago”, “El señor de los anillos: El regreso del rey” y, desde luego, “Titanic”. Este es un factor que se va un tanto por el gusto o el cariño general y que se beneficia del efecto colectivo por favorecer aquello que vio la mayoría.
El efecto agenda
Para anticipar a los nominados y a los ganadores, se dejan guiar por las otras premiaciones y, en especial, por los premios de los sindicatos, el Critic’s Choice, los Globos de Oro y el BAFTA. La correspondencia entre quiénes ganan en dichos premios y ganan en el Oscar tiende a ser alta. El efecto es básicamente como el que dicta la teoría de comunicación: los medios no dicen qué pensar, pero sí en qué. Así que cuando un filme está más en conversación los votantes lo tienen más en mente y, es probable, que decidan elegirlo. Es lo que tiene en estos días a “CODA: Señales del corazón” como el filme que podría dar la sorpresa.
El histórico y lo estadístico
Si hay algo que parece determinar o inclinar fuertemente quién ganará es lo que ha sucedido antes. Es más probable que un filme gane teniendo nominaciones en todas las categorías clave (Director, Actuación, Guion y Edición). Son pocos los filmes que no han ganado sin alguna de ellas, pero ha sucedido como en 1932 que sólo fue nominado a Mejor Película y ganó; “Argo” de Ben Affleck ganó sin nominación a Mejor Director. Pasa, pero pasa poco, así que las estadísticas se inclinan por aquellos que cumplen con “los requisitos” tanto de nominaciones como de género (ganan más dramas que comedias o musicales, por ejemplo) e incluso de corte (la Academia es más clásica y no es tan común que reconozca a algo como “Parásitos”). Este criterio parece estarse alterando por las medidas que tomó la Academia al tener más votantes y que estos son de un rango más amplio de edades y nacionalidades. Además, está la cuestión de que todo el mundo espera siempre un momento histórico o una primera vez como el caso de la victoria de “Parásitos” hace un par de años.
Lo que significa
Ya la nominación habla de una agenda de temas de la Academa, pero el premio le da aún mayor fuerza. Entonces, reconocer, por ejemplo, el año pasado, un filme como “Hermosa venganza” hablaría de una postura mucho más crítica sobre la violencia de género, mientras que inclinarse por algo más intimista y reflexivo como “Nomadland” es menos arriesgado. “Green Book” que le ganó a “Roma” en 2018 era una manera de confirmar la postura conciliadora de Hollywood en torno al tema de la discriminación racial, además de ser un filme más accesible narrativamente que la cinta mexicana. ¿Qué quiere decir la Academia? ¿Qué declaración le es relevante? La Academia tiende a ser más bien conservadora y se tarda en cambiar, pero eso también explica la victoria de “Moonlight” sobre “La La Land”, un par de años después del movimiento #OscarSoWhite.
El talento involucrado y lo que representa
Un factor que no hay que olvidar está en quién o quiénes son los nominados o involucrados en un proyecto y qué representan. La década pasada filmes de Alfonso Cuarón, Guillermo del Toro y Alejandro González Iñárritu ganaron, lo que fue una manera de reconocer el talento latino, de probar que son incluyentes y de abordar su postura en torno a las políticas migratorias de Donald Trump. Un caso similar puede argumentarse alrededor de “Parásitos”. Este criterio no decrece la calidad del filme, por cierto, pero influye. Igualmente ayuda a los filmes y a los nominados individuales qué tanto son conocidos en la industria y qué tanto afecto les tiene. Julia Roberts y Sandra Bullock ganaron como actrices en su primera nominación, mientras que figuras como Glenn Close, Amy Adams o Jessica Chastain han tenido que esperar. Hay más buena voluntad por quiénes son simpáticos o se ganan a la prensa y la industria (Youn Yuh-jung, ganadora a Actriz de Reparto por “Minari), por quiénes son conocidos y por quiénes se tiene el deseo de que tengan, al menos una estatuilla (George Clooney, por ejemplo, ya tiene dos)… y, claro también está aquello de que ya se le debe y lo que fácilmente favorece o favorecerá a alguien como Paul Thomas Anderson, cuya cinta “Licorice Pizza” contiende en varias categorías y cuando ninguna de las anteriores consideradas entre los clásicos contemporáneos (“Petróleo sangiendo”, “Boogie Nights” o “Magnolia”) , ha ganado y, a veces, ni siquiera sido incluida en la categoría principal.