La imagen corporativa de las marcas resulta fundamental para su proyección, se coloca ante la mirada del cliente y genera expectativas.
Para obtener buenos resultados en la construcción de toda imagen corporativa, es fundamental determinar qué es lo que espera el cliente y fomentar los siguientes elementos y acciones.
Imagen. Donde se conjugan el mundo virtual y el físico. Aquí cabe cuestionarse cuál es la experiencia que se va a transmitir desde la imagen de marca, cuál es la velocidad de respuesta de los canales seleccionados para su promoción, determinar si el cliente ingresa a una tienda, la facilidad con la que el cliente encuentra el producto que vio en línea o en un espacio físico, si los asesores o vendedores de la marca tienen aspecto profesional y están capacitados para poder ayudar al cliente en la toma de decisión, el estado del espacio de retail o punto de venta, etcétera.
Información. Se trata de un elemento de mayor impacto en el terreno digital que en el físico, sin embargo, en los dos es sumamente importante. Aquí es donde iniciamos el camino para llevar al cliente a la compra; las especificaciones del producto o servicio que se ofrece. La información más técnica y dura, las fotos, fichas técnicas sobre lo que el cliente busca y es sumamente importante que sean consistentes en todos los canales.
Comunicación. Esto es la parte blanda de la información, pero es la que mayor impacto genera en el cliente y la que permite el posicionamiento. La descripción emocional donde se vuelca la inspiración de las personas de marketing y los escritores, la forma o el layout de lo que comunico, qué parte de la información va primero, cómo estructuro el mapa de navegación en una web. En resumen, es cómo volcar toda la información y cómo enriquecerla para que sea más atractiva frente a los clientes y la competencia.
Confianza. Este punto es clave porque aquí es donde se pierde un gran porcentaje de las ventas. Si se logra tener la atención del cliente hasta el punto donde confía o no en la empresa, es importante que se sienta protegido. Que cuente con calificaciones de otros compradores, descripciones de la experiencia, entre otros, que no generen cuestionamientos y, sobre todo, que sea un paso ágil en el proceso de decisión.
Proceso. Si el proceso de compra es difícil o el cliente debe completar demasiados datos, el proceso de entrega no es claro y no cuenta con múltiples opciones, la persona frena su compra y busca un portal más amigable incluso, si tiene una diferencia de precio para estar seguro de que va a recibir lo que compró y en el momento que lo desea.