Los productos no salen al mercado sin antes formar parte de un intenso estudio, con el objetivo de conocer a detalle las condiciones y que su éxito sea rotundo.
Cada paso tiene una complejidad porque el mercadólogo debe ser sumamente cuidadoso con sus estrategias, comenzando con la clasificación del producto en cuestión.
Existen por lo menos seis categorías para distinguir un producto de otro:
Nuevos. Se trata de aquellos productos que se ubican en fase de lanzamiento y que esperan la respuesta del consumidor sobre sus características.
Estrella. Los productos estrella destacan por el boom que tienen en ventas al momento de su lanzamiento, hasta que sale un producto superior. Sin embargo, también están aquellos que se mantienen durante años como la estrella en su segmento. Tal como el iPhone de Apple o el Galaxy de Samsung.
Seguidores. Estos productos también sobresalen en su segmento, pero siempre detrás de los estrella, por ejemplo las tabletas electrónicas y los drones.
Apoyo. Son elementos indispensables para los demás productos, por ejemplo cargadores de celular, baterías, servicio Wi-Fi, etcétera.
Temporada. Los disfraces de Día de Muertos o las banderitas para el 15 de septiembre son ejemplos de este tipo de producto que se vende sólo durante un lapso específico.
A la baja. No consideraron las necesidades del consumidor sino que surgieron por moda o son productos con versiones que se actualizan cada año; por ejemplo los smartphones, que se renuevan constantemente.