Por Alvaro Rattinger
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La marca personal debería ser la prioridad de un mercadólogo, todo lo que hacemos en nuestra actividad diaria comienza por la imagen personal, reputación, habilidad y conocimiento. Cualquier logro de la marca para la que trabajamos se verá reflejado en nuestro CV, en ese sentido se hace indispensable cuidar nuestra carrera profesional de manera constante. Para efectos de esta columna coincidamos en que la carrera profesional es la suma de preparación académica, decisiones profesionales, posiciones laborales e interacciones con personas de la industria, en este caso, marketing, publicidad y medios.
Crear una carrera profesional exitosa es un trabajo de muchos años, me parece que se ha perdido de vista, tal vez la urgencia por coleccionar empresas en el currículum ha detonado esta situación. Otra explicación es la necesidad de cambiar de empleo o profesión por falta de oportunidades, así se podría entender la menor atención en la reputación histórica. El crecimiento en la población es otra posibilidad, es cada vez más complicado pedir referencias probadas de un candidato, esto reduce la necesidad de cuidar una carrera con celo. Las recomendaciones en Linkedin son tema de una discusión aparte, ¿cuántas veces nos encontramos con referencias que nacen en el compromiso de amigo o en la mala práctica de no herir susceptibilidades? Ya he documentado en textos anteriores lo que se espera de un profesionista de marketing al egresar de la carrera, ahora les comparto las trampas más comunes en el largo plazo.
En la opinión de este columnista hay prácticas que son especialmente dañinas para una carrera profesional, si se trata de un mercadólogo es más grave aún descuidar la reputación ya que al final, es la carta de presentación por excelencia. Aquí las 5 que sobresalen, sospecho que ustedes se encargarán de enriquecer aún más vía la sección de comentarios.
1. Mentir con tal de avanzar
Renunciar de una trabajo debería ser motivo de júbilo para las tres partes involucradas: el jefe debería ver con buenos ojos que su entrenamiento (o falta de) se convierta en nuevas oportunidades laborales para su equipo, la empresa gana una aliado en una empresa que potencialmente podría ser un cliente futuro y por último el empleado que deja una etapa para crecer en una nueva pradera. En la realidad esto rara vez sucede, por alguna razón, el jefe se enoja, la empresa se conmociona y el empleado se va enojado. No pretendo explicar en tan pocas líneas esta compleja situación, pero si puedo hablar de un efecto secundario muy lamentable. En muchos casos la gente miente sobre su nuevo paradero: “me voy de maestría al extranjero y mi vuelo sale mañana = me pidieron presentarme mañana en la nueva chamba” o “me voy a un proyecto personal = me contrataron en la competencia”. La verdad es que hay historias de terror en este punto que podrían quitar el sueño a cualquiera. Para evitar enojo de los lectores, aclaro; las empresan mienten también, pero mi mamá decía “no me importa lo que hagan los demás, me importa lo que hagas tú”.
Sal de una empresa con la verdad, si ya no te conviene estar allí dilo, si el jefe te falló, díselo también. Cuidar los valores personales te ayudará para tener una carrera profesional digna de presumir.
2. Privilegiar el conflicto
No hay enemigo pequeño, no es productivo ir por la vida sumando este tipo de relaciones. Esta filosofía es importante para los que trabajamos en marketing, en nuestro trabajo muchas veces tenemos roces con tal de sacar la chamba adelante, pero deben quedar en eso, roces no pleitos eternos. Un equipo de trabajo no funciona bien si un elemento tiene la misión de ser una piedra en el zapato. Privilegiar el conflicto hace que los agentes vivan en constante fricción, es evidente que la imagen que tus compañeros se llevarán de ti es que eres una persona difícil. Vivir en un eterno choque se refleja en el trabajo y tarde o temprano podrá destruir las pruebas de que tu esfuerzo puede mejorar la situación de una marca.
3. Decir “no se puede” o “ya lo hicimos y no sirve”
Los grandes ejecutivos suelen tener un atributo en común, no conocen los muros. Si se topan con un obstáculo lo rebasan sin pensar dos veces. El crecimiento dentro de una empresa se da en gran medida en momentos de alto estrés, un proyecto nuevo, lanzamiento o reto complicado, es allí cuándo levantar la mano y decir “yo puedo” resulta importante para el avance profesional. Si revisamos la trayectoria de personas exitosas veremos que el común denominador es adelantar cuándo los demás retroceden. Esto es cierto para emprendedores y ejecutivos, la carrera profesional no sólo es dentro de una compañía, es todavía más importante en el auto empleo.
En la carrera de marketing es normal recibir una gran cantidad de ideas de terceros, nuestra capacidad por convertir conceptos en productos nos hace candidatos ideales para escuchar elevator pitches. Si en esas situaciones decimos “NO”, perderemos valiosas oportunidades para crecer. Es mejor contestar afirmativamente y escuchar con la mayor atención posible.
4. No establecer una ruta crítica
Hay un cierto perfil de personas que tiene una ruta muy establecida de su camino al éxito: gerente en X años, director en otro tanto, lanzar empresa en 2 años o ser dueño del universo antes de los 40 años. En mi experiencia, este tipo de prácticas ponen nervioso a cualquiera, o tal vez sea yo el histérico. Creo que la mejor práctica es preguntar ¿por qué hacemos lo que hacemos en este momento? ¿cuál es la razón por la que comencé a trabajar en esta empresa?¿he logrado lo que prometí el primer día de empleo? o ¿por qué fundé esta compañía? Es increíble, rara vez nos detenemos a cuestionar nuestro estado actual o las decisiones que tomamos. No es necesario exagerar en el detalle, pero no contar con una ruta crítica puede obligar a que se pierda enfoque y tiempo en la construcción de una carrera profesional.
5. Ignorar al equipo
Pon atención a las personas que te rodean, de ellas depende tu futuro en una industria. Ya lo he comentado con anterioridad, los compañeros con los que convives son las que impulsan, frenan o destruyen, tu relación con ellos determinará que rol tendrán en tu vida profesional. Los premios, reconocimientos y trascendencia, se logran en conjunto y son resultado de tu capacidad por mejorar un contexto, industria o segmento de mercado. Forma un equipo de trabajo y privilegia tres ejes: respeto, transparencia y honestidad, suena cursi pero es la mejor forma de construir una reputación favorable, trata a los demás de la forma en que te gustaría que te traten a ti. Nadie llega a la cima sólo.
6. La vida es una tómbola
En marketing y publicidad es común toparse con el “ser supremo”, es el cliente o agencia que todo lo sabe, es un déspota y pide cosas de último minuto sin mayor reparo en los demás. Es el ejecutivo que solicita un trabajo de un día para el otro sin reconocer que simplemente olvidó el proyecto y ahora hay que reponer su irresponsabilidad. También están los que piden presupuestos e ideas con el único fin de replicarlas con un tercero a un menor precio. La lista de atropellos es interminable. Si eres uno de estos actores destruyes tu carrera, podrás pensar que lo haces en nombre de la empresa –cosa que se contradice al momento de renunciar, en la que la compañía pasa a segundo plano– en realidad es una actitud basada en el narcisismo. Cuándo abusas de una persona puedes apostar que jamás lo olvidará. Seamos justos con nuestros pares y con seguridad el tiempo nos lo recompensará de manera exponencial.
Espero sus comentarios para hacer esta lista más útil y que ayude a nuestra profesión a ser más trascendental. Los espero la próxima semana, por lo pronto nos vemos en twitter @varu28.