Las cifras, dan cuenta de lo que se considera una acelerada expansión de la red en la región tal como se señala desde la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). En 2015, según sus datos, un 55 por ciento de sus habitantes se han conectado, lo que representa un 20 por ciento más que en 2010.
Este indicador, como señala la organización esta muy relacionado con la penetración e influencia de la banda ancha, que ha logrado crecer en países de la zona en los que el acceso a Internet era muy limitado, especialmente en Nicaragua, Guatemala, El Salvador y Bolivia, como se explica en el estudio Estado de la banda ancha en América Latina y el Caribe 2016.
Entre las razones para esta penetración se encuentra la reducción del coste de los servicios de conexión y el aumento del uso del internet móvil gracias dispositivos como teléfonos inteligentes y tabletas. De hecho, apenas un 7 por ciento accedía a internet desde los mismos, en 2010 mientras que para 2015 esta cobertura se calcula en un 58 por ciento de la población en la región.
En América Latina, la conexión a internet ha estado también asociada a las condiciones económicas de sus habitantes, y si en 2010 se necesitaba del 18 por ciento de los ingresos mensuales de un ciudadano para pagar este servicio, para 2015 la media necesaria era de un 2 por ciento. Estos cambios han logrado que en países como Perú, el crecimiento de la banda ancha móvil haya sido del 4.000 por ciento, con las grandes ventajas que ello conlleva para sus habitantes.
La comisión señala que persisten ciertos problemas a la hora de continuar la ampliación de la cobertura de la red en la región, como lo son la desigualdad económica y social y los problemas políticos y de inestabilidad que enfrentan varias naciones latinoamericanas. Lo que lleva a que mientras en países desarrollados, la conexión de alta velocidad alcanza el 50 por ciento, ningún país latinoamericano supera el 5 por ciento.