La tecnología RFID ha tomado relevancia en los últimos años debido a la reducción de costos a lo largo de la cadena de suministro, aunque su uso comenzó en los años 1920’s, desarrollada por el MIT y usada por los británicos en la Segunda Guerra Mundial, de acuerdo a lo que nos dicen Gaurav Dargan y Brian Johnson en su libro “The Use of Radio Frequency Identification as a Replacement for Traditional Barcoding”.
RFID (Radio Frequency Identification por sus siglas en inglés), consiste en un dispositivo de radio que se comunica con un transpondedor o etiqueta que contiene un procesador compuesto de un chip y una antena. El propio transpondedor es una ampliación de las etiquetas con códigos de barras que tienen todos los productos, solo que con mayor alcance en almacenamiento de información. Una de las mayores ventajas de estos sistemas es que, a diferencia de la captura de datos basada en códigos de barras, el sistema RFID puede leer la información de la etiqueta sin que exista ninguna línea de visión ni una orientación determinada, lo que trae como consecuencia que los sistemas RFID se puedan automatizar en gran medida, reduciendo la necesidad de lectura manual de aquellos productos que contienen la etiqueta.
En el caso de la cadena de valor, esta tecnología tiene grandes ventajas, ya que ayuda a aumentar los márgenes y beneficios, así como a la reducción de costos. Aquellas empresas que usan RFID pueden lograr:
- Fluidez en los procesos del negocio, ya que se puede conocer con exactitud el estatus del inventario
- Incremento de la productividad
- Precios más competitivos al haber una reducción en los costos de operación
- Envío de productos con mayor velocidad
- Una mejor administración del inventario
- Mejor servicio al cliente
Como se ha mencionado muchas veces, la tecnología RFID no solamente tiene ventajas en el piso de venta dirigidas a una mejor experiencia de compra para el consumidor, sino que los mayores beneficios se encuentran a lo largo de la cadena de suministro en los procesos de fabricación y distribución de los productos. 5 usos de esta tecnología con las mayores ventajas para las empresas inmersas en la cadena de valor son:
1. Recepción
Cuando el producto llega a los Centros de Distribución, el dispositivo de lectura lee la información de la etiqueta del pallet completo y así el sistema RFID puede verificar inmediatamente todo el contenido de la carga, ofreciendo visibilidad en tiempo real para los sistemas de administración de inventario del CEDIS. Automáticamente se distribuyen las actividades de acuerdo a la información leída.
2. Clasificación
La etiqueta de RFID de cada producto incorpora la información del mismo, origen y destino. Una vez que se encuentra en la banda clasificadora o transportadora en el CEDIS, se lee el destino que tendrá dicho producto y entonces el sistema identifica el flujo que deberá tener para su clasificación y entrega. Los datos también se pueden almacenar en la etiqueta para ser leídos por el cliente que reciba el pedido. Una de las ventajas más contundentes en este proceso es el que se pueda garantizar la ubicación correcta de los artículos, así como la reducción en tiempo para una clasificación más precisa.
3. Almacenaje de Productos
Al contar con la información de cada uno de los productos en algunos casos del pallet completo, la actividad de almacenaje se realiza con mayor rapidez y con un grado máximo de efectividad e incluso, a lo largo del proceso, se pueden emitir avisos de acciones incorrectas. De igual forma, a la hora de preparar los pedidos para las tiendas o diferentes clientes, la velocidad con la que esto puede ocurrir disminuye el tiempo de respuesta para el envío de los productos.
- 4. Gestión de Inventarios
La etiqueta de RFID puede adherirse a un producto, ensamblaje o caja. La ubicación y el medio de transporte de los artículos se asocian en el punto de almacenaje. Durante el proceso, los lectores realizan el seguimiento en cuanto a la ubicación, contenido y traslado. Las ventajas más significativas en este proceso es que la tecnología permite realizas un inventario rápido y preciso, además de que permite la renovación automática de pedidos.
5. Envíos
La etiqueta de RFID incorpora los datos del contenido de cada pallet en cuanto a origen y destino. Toda la información se añade a la etiqueta en el momento de consolidación del pedido para que se indique a los sistemas de entrega en inventario el lugar a donde se hará el envío. Todo ello garantiza una secuencia correcta de envío eliminando errores de colocación de pedidos, reduciendo las demoras en la entrega de mercancía.
Hoy en día RFID ya es una realidad en distintos procesos a lo largo de la cadena de valor, a la que se suman más y más empresas en el mundo. Con el avance de la tecnología y la velocidad a la que suceden los negocios gracias a Internet, me parece que entre más robustos y flexibles sean los sistemas que usen las empresas para los procesos de distribución, estarán añadiendo valor que impactará necesariamente en el consumidor y RFID puede colaborar en ello.
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