3. ¿No sabes vender? Busca a alguien que sí sepa.
¿Las ventas no se han impulsado en tu negocio? Lo más probable es que estés enamorado de tus ideas o tus productos, pero no todos tienen la vena de los vendedores. Busca a alguien que sea experto en eso, a un mercadólogo que haga esa parte del trabajo. Si tu presupuesto es limitado, siempre puedes llegar a acuerdos.
4. Dedícale más tiempo.
No te conviertas en un adicto al trabajo que no se da ni un respiro, pero sí organízate para ponerle más atención y tiempo a tu empresa. Es un sacrificio que todos los dueños de startups deben hacer a fuerza. Es el momento en que tu negocio puede o no despegar, dedícale todo el tiempo posible. Crea una rutina para que, aunque aumentes tus horas laborales, también tengas justos tiempos de descansos y comidas. No te saltes ninguna de las dos.