Santiago, Chile.- Te gusta tu trabajo, llegas con ganas de conseguir el mundo cada mañana, pero ya alrededor de las 11 estás muerto/a de cansancio y con la sensación abrumadora de que, por más que te quedaras a dormir en la oficina, jamás podrías cumplir con todo lo te has propuesto. Sientes que tu jornada laboral no es efectiva y lo único que quieres es ganar la lotería para renunciar y tener la posibilidad de descansar por fin. Probablemente, estos tips puedan ayudarte a minimizar la angustia, organizando mejor tu agenda.
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No revises tus correos hasta que no hayas organizado tus metas. Apenas comienzas a revisar tus correos, miles de informaciones comienzan a fluir y tus prioridades pueden cambiar por minutos, dependiendo del remitente. No leas nada hasta que seas tú quien decida la jerarquía de lo que harás en tu jornada.
Ponte metas diarias. “Cada día tiene su afán” dicen algunos religiosos y la verdad es que no se equivocan. Si das una mirada a todo lo que debes hacer en la semana, el mes o el año, sólo conseguirás abrumarte. Piensa en las urgencias del día, ponte metas y cúmplelas no importa qué más suceda o qué otras ideas luchen por disuadirte de llegar a ellas.
Revisa los pendientes del día anterior. Revisa los pendientes y evalúa su importancia. Si puedes eliminar alguna tarea, bienvenida la acción; sino, abócate a terminarlas antes de que se amontonen con las pendientes del presente.
Cuida tu capacidad de decidir. David Rock, director del Instituto de NeuroLiderazgo dice en su libro Your Brain At Work (Tu Cerebro Trabajando) “Tu habilidad para tomar grandes decisiones es una fuente limitada, por lo que es necesario saber decir que no a las tareas que no están dentro de tus prioridades. Esto implica no tener que pensar cuando no lo tienes que hacer, disciplinarte en no prestar atención a cosas que no sean urgentes”. Absolutamente claro.
No programes tus reuniones en el pick de tu ánimo. Reserva tu energía para las decisiones y acciones urgentes. No todas las reuniones requieren que estés al mil por ciento, basta con que esté concentrado y relajado.